- Anselmo Guill
Saulalia ¡tú!
Eres dócil.
Punzaste en el vientre de la tortuguita.
Tortuguita Te babeabas
y ya no aguantabas.
Echabas espuma por la nariz.
Fuiste a tu suampo nadando, y miraste.
Comiste del lirio de agua.
Tu corazón no estaba satisfecho.
Anduviste nadando.
Sobre el gran remolino
anduviste nadando y jugando.
Bajando a la gran profundidad.
Te cubrió la gran oscuridad,
pero saliste de ella.
Bajo las raíces del guásimo te metiste.
Tu corazón se llenó de satisfacción.
De los Dimalas escapaste.
Palabra dócil, tú.
Sh, Sh, Sh, Sh
Recopiladora: Ana R. Fagoth