Por Ernesto Cardenal
Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido ni asiste a sus mítines
ni se sienta a la mesa con los gánsters
ni con los Generales en el Consejo de Guerra.
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio.
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans.
Será como un árbol plantado junto a una fuente.
Como latas de cerveza vacías
Como latas de cerveza vacías y colillas
de cigarrillos apagados, han sido mis días.
Como figuras que pasan por una pantalla de televisión
y desaparecen, así ha pasado mi vida.
Como automóviles que pasaban rápidos por las carreteras
con risas de muchachas y músicas de radios
Y la belleza pasó rápida, como el modelo de los autos
y las canciones de los radios que pasaron de moda.
Y no ha quedado nada de aquellos días, nada,
más que latas vacías y colillas apagadas,
risas en fotos marchitas, boletos rotos,
y el aserrín con que al amanecer barrieron los bares.
Detrás del monasterio
Detrás del monasterio, junto al camino,
existe un cementerio de cosas gastadas,
en donde yacen el hierro sarroso, pedazos
de loza, tubos quebrados, alambres retorcidos,
cajetillas de cigarrillos vacías, aserrín
y cinc, plástico envejecido, llantas rotas,
esperando como nosotros la resurrección.
En Pascua resucitan las cigarras
En Pascua resucitan las cigarras
¿enterradas 17 años en estado de larva?
millones y millones de cigarras
que cantan y cantan todo el día
y en la noche todavía están cantando.
Sólo los machos cantan:
las hembras son mudas.
Pero no cantan para las hembras:
porque también son sordas.
Todo el bosque resuena con el canto
y sólo ellas en todo el bosque no los oyen.
¿Para quién cantan los machos?
¿Y por qué cantan tanto? ¿Y qué cantan?
Cantan como trapenses en el coro
delante de sus Salterios y sus Antifonarios
cantando el Invitatorio de la Resurrección.
Al fin del mes el canto se hace triste,
y uno a uno van callando los cantores,
y después sólo se oyen unos cuantos,
y después ni uno. Cantaron la resurrección.
Salmo 5
Escucha mis palabras oh Señor
oye mis gemidos
escucha mi protesta
porque no eres tú un Dios amigo de los dictadores
ni partidario de su política
ni te influencia la propaganda
ni estás en sociedad con el gánster.
No existe sinceridad en sus discursos
ni en sus declaraciones de prensa.
Hablan de paz en sus discursos
mientras aumentan su producción de guerra.
Hablan de paz en las Conferencias de Paz
y en secreto se preparan para la guerra.
Sus radios mentirosos rugen toda la noche.
Sus escritorios están llenos de planes criminales
y expedientes siniestros.
Pero tú me salvarás de sus planes.
Hablan con la boca de las ametralladoras
sus lenguas relucientes
son las bayonetas
Castígalos oh Dios
malogra su política
confunde sus memorándums
impide sus programas.
A la hora de la Sirena de Alarma
tú estarás conmigo
tú serás mi refugio el día de la Bomba.
Al que no cree en la mentira de sus anuncios comerciales
ni en sus campañas publicitarias, ni en sus campañas políticas
tú lo bendices
lo rodeas con tu amor
como con tanques blindados.
Epitafio para Joaquín Pasos
Aquí pasaba a pie
por estas calles,
sin empleo ni puesto.
Y sin un peso.
Sólo poetas, putas.
Pero
recordadle cuando
tengais puentes de concreto,
grandes turbinas,
tractores, plateados graneros,
buenos gobiernos.
La guardia nacional
anda buscando
a un hombre
un hombre espera
esta noche llegar
a la frontera
el nombre
de ese hombre
no se sabe
hay muchos
hombres más
enterrados en
una zanja.
El número y
el nombre de esos
hombres no se sabe.
Ni se sabe el lugar
ni el número de zanjas.
La guardia nacional
anda buscando a un hombre.
Un hombre espera
esta noche salir
de Nicaragua.
Salmo 25
Hazme justicia Señor
porque soy inocente.
Porque he confiado en ti
y no en los líderes.
Defiéndeme en el Consejo de Guerra
defiéndeme en el Proceso de testigos falsos
y falsas pruebas.
No me siento con ellos en sus mesas redondas
ni brindo en sus banquetes.
No pertenezco a sus organizaciones
ni estoy en sus partidos
ni tengo acciones en sus compañías
ni son mis socios.
Lavaré mis manos entre los inocentes
y estaré alrededor de tu altar Señor.
No me pierdas con los políticos sanguinarios
en cuyos cartapacios no hay más que el crimen
y cuyas cuentas bancarias están hechas de sobornos.
No me entregues al Partido de los hombres inicuos.
¡Libértame Señor!
Y bendeciré en nuestra comunidad al Señor
en nuestras asambleas.
Aquí pasaba a pie por estas calles
Aquí pasaba a pie por estas calles,
sin empleo ni puesto y sin un peso.
Sólo poetas, putas y picados
conocieron sus versos.
Nunca estuvo en el extranjero.
Estuvo preso.
Ahora está muerto.
No tiene ningún monumento
Pero
recordadle cuando tengáis puentes de concreto,
grandes turbinas, tractores, plateados graneros,
buenos gobiernos.
Porque él purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo,
en el que un día se escribirán los tratados de comercio,
la Constitución, las cartas de amor,
y los decretos.
Ver en la versión impresa las paginas: 10 ,2