Por Raúl Xavier García
Yo he vivido entre sombras
y jardines,
que jugué todos los deportes en campos
distintos
desde el más violento y el más sereno.
Les digo: Qué será del mundo sin nosotros,
si los animales no pueden llorar.
El pasado nos lleva sobre sus hombros
y las horas que pasan son cadáveres.
Ven, cierra los ojos y hunde los dedos
en mis manos, ya no caben más heridas.
Pero ahora dicen que estás allí a la espera
que me acerque a lo que será mi tumba.
Más tarde, a esa puerta que toda una vida
he querido entrar, pero me lo han negado
Es porque dicen que yo he sido el único
y más audaz en llegar a lo más cerca del abismo;
allí donde caen gotas de luces blancas en los ojos
de los dioses, y mortales, cegándolos
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