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Celos, pintura de Carmen Elena Trigueros. FOTOS/LA PRENSA/A. AGÜERO.

Artes de Centroamérica

Managua se ha convertido en el más grande espacio de las últimas tendencias del arte contemporáneo — instalación, vídeo y fotografía— y centro de debates sobre el rumbo del arte, centroamericano como latinoamericano, al darse cita artistas visuales, curadores y teóricos del arte, en el Centro Cultural de España en Nicaragua, Palacio Nacional de la Cultura, Centro de Arte Contemporáneo FOG, y Teatro Nacional Rubén Darío, sede de la Séptima Bienal de Artes Visuales de Centroamérica, inaugurada hace un par de días

Por Arnulfo Agüero

Managua se ha convertido en el más grande espacio de las últimas tendencias del arte contemporáneo — instalación, vídeo y fotografía— y centro de debates sobre el rumbo del arte, centroamericano como latinoamericano, al darse cita artistas visuales, curadores y teóricos del arte, en el Centro Cultural de España en Nicaragua, Palacio Nacional de la Cultura, Centro de Arte Contemporáneo FOG, y Teatro Nacional Rubén Darío, sede de la Séptima Bienal de Artes Visuales de Centroamérica, inaugurada hace un par de días

Al evento internacional organizado por la Fundación Ortiz-Gurdíán se sumaron exposiciones paralelas del Taller Espira/Espora, que incluyó trabajos de RAPACES (Residencia Académica para Artistas Centroamericanos); una muestra de Patricia Belli y Ricardo Hueso; y una selección de pintura contemporánea nicaragüense curadas por la doctora María Dolores Torres; estas tres inauguradas en el Palacio Nacional de Cultura por Luis Morales Alonso, director del Instituto Nicaragüense de Cultura, INC.

En Managua, durante la semana del 1 al 4 de noviembre, se desarrolló el evento teórico Nadie sabe el pasado que le espera coordinado por la cubana Marivi Véliz, el que fue dedicado a Virginia Pérez-Ratón curadora costarricense fallecida recientemente, también se sumaron iniciativas del grupo costarricense Teorética, y la agrupación hondureña Mujeres en las Artes (MUA).

Otros de los eventos paralelos fue de fotografía, pinturas, dibujo, grabado y asemblajes. Deja que los niños vengan a mí fue montado en los espacios de CISAS por Estrago-Amansalva, y contó con la participación de 70 artistas que indagan y cuestionan en sus obras el tema del turismo sexual en Centroamérica; y de cierre en los artistas Jean Marck Calvet y Marcos Agudelo, expusieron en la Galería L’ Atelier, de Granada, sus pinturas e instalaciones que titularon Los incorruptibles .

¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON EL ARTE CONTEMPORÁNEO EN CENTROAMÉRICA?

Para el curador del Museo del Barrio de New York, Elvis Fuentes, en esos tiempos una nueva generación de artistas centroamericanos se está insertando en los diferentes circuitos de arte, tanto de museos, bienales y otros eventos que se realizan, con iniciativa privada, estatal, o de galerías, ferias y subastas internacionales.

Centroamérica es llamativa —explica— porque en décadas anteriores ha estado sometida a guerras civiles, violencias políticas e inestabilidades económicas, elementos llevados a la expresión del arte actual; asimismo sus artistas se encuentran en procesos de revalorización de las producciones europeas, norteamericanas; así como de otros países que no se les tomaba en cuenta como Asia y África.

“Es hasta ahora que se que comienza a conocer a través de la voz de los artistas esa recuperación de esa memoria histórica, que muchas veces la prensa no le da espacio, por lo que esta nueva generación de artistas está poniendo los dedos en la llaga, llamando la atención de todos, sobre la problemática”, criticó Fuentes.

Belice debe ser integrada a bienales. Sobre la ausencia de Belice en esta Séptima Bienal de Artes Visuales donde participan seis países dijo que “desgraciadamente no se le ha incluido”. “Hay que lograr integrar a Belice en la conversación centroamericana y próximos eventos”, propuso.

En relación a la selección curatorial de las muestras nacionales de cada país señaló que éstas siempre han tenido su propia problemática, donde comparten ideas, imágenes, material, y métodos de trabajo, como son las intervenciones, vídeos, fotografías, y una nueva forma de hacer pintura que “es la marca de estos tiempos”, tanto en esta región como en otras del mundo.

“Los artistas ya no son pintores, escultores, o dibujantes, los artistas son sólo artistas, y eso significa que pueden utilizar cualquier medio, o medio adecuado para la idea que quieren transmitir”, declaró. Al respecto citó las instalaciones de Marcos Agudelo, con su ropa usada de pacas tiradas en las entradas de Plaza de Santo Domingo, ahora reinstalada en el frente del Centro Cultural de España en Nicaragua.

Sobre el uso del Teatro Nacional Rubén Darío, como un espacio para ser intervenido por las instalaciones, apuntó que éste no es adecuado por su monumentalidad arquitectónica, encontrándose algunos artistas con el reto de “readecuarlo” para instalar sus obras para espacios públicos.

GANADORES SIN PREMIOS

Premios individuales anulados por crisis y “arte comisionado”. Otro de los asuntos abordados fue el tema de los premios. Tanto para Fuentes y la coordinadora del evento teórico Marivi Véliz, a todo el mundo le gusta ganar y tener un estímulo material, pero estas bienales ahora han abandonado el premio individual por el “premio colectivo”, que implica la selección de seis ganadores o grupos, a los que posteriormente se les financia el montaje de sus obras. Éste es el caso de la Séptima Bienal Centroamérica donde participan 60 obras de 45 artistas (seleccionadas de otro gran número de artistas de Centroamérica) con sus instalaciones, vídeos o fotografías; y se realizó un evento teorético; aquí los premios individuales han sido sustituidos por una selección de obras de artistas o grupos talleristas.

Fotografía, Walterio Iraheta.

“Ahora la apuesta es la siguiente —afirma Fuentes— una selección de expertos (o comisarios curatoriales) vienen y conocen la obra, dando lugar al surgimiento de otros nuevos proyectos. Esto funciona mejor que el premio individual”, asegura. Sobre la alta incidencia de los organismos financiantes y organizadores en proponer temas o proyectos a desarrollar en estos nuevos contextos donde la libertad de creación del artista queda condicionada respondió que “la historia del arte es la historia del arte comisionado”.

Ahora “estamos en una sociedad cívica donde el poder está de tú a tú con las estructuras del Gobierno. Tú tienes por un lado el gobierno comisionando proyectos, y por otro lado la sociedad civil que quiere tener su voz, en este caso patrocina el proyecto, porque le interesa indagar sobre determinados temas”.

LA LIBERTAD VS. LOS ARTISTAS

Ahora bien, “la libertad de creación en este contexto no puede determinar cuando un artista es libre. El artista es quien determina su arte. No puedo decir que es oportunista porque realiza determinado trabajo”, puntualizó, ya que este arte contemporáneo tiene que ver con ideas, y preocupaciones genuinas sobre situaciones sociales o estéticas.

Pintura, En cuestión de gustos no hay nada escrito, Joaquín Rodríguez del Paso.

Sobre algunas figuras notables del performance en conversación directa con el arte contemporáneo, destacó a Teresa Galindo y Aníbal López; al pintor costa

rricense Joaquín Rodríguez del Paso, a Simón Vega un artista salvadoreño. Éstos y otros artistas están enfrentando un pensamiento crítico, dando una respuesta más actual sobre las concepciones artísticas de la región que vienen transformando el arte.

VISIONES DEL HÁBITAT

Para el coordinador del Centro Cultural de España en Nicaragua (CCEN), David Ruiz López, esta exposición Hábitat, de arte actual y paralela a la Séptima Bienal de Artes Visuales, se viene organizando desde hace cuatro meses, cuando realizaron una convocatoria de artistas centroamericanos para desarrollar una serie de intervenciones artísticas en torno a la ciudad, el arte, el análisis urbano y el contexto.

Post-Curtición, Instalación, Lucy Argueta.

A partir de ahí los artistas presentaron los proyectos, los que fueron curados por el comisario guatemalteco Emiliano Valdés, el que en su conclusión plantea que “los proyectos que se congregan en el Centro Cultural de España en Nicaragua (CCEN) sirven como parcelas o paquetes de conocimiento, que en conjunto configuran una idea ciertamente parcial y subjetiva, como toda teoría, pero inevitablemente personal y profundamente humana. Quizás en esto radique su vigor”.

Así durante la semana pasada se han estado interviniendo algunos espacios representativos de Managua, incluyendo la entrada del CCEN, entre ellos el Faro de la Paz, la Universidad Centroamericana, la Plaza de la Revolución, los mercados.

Cristina Cuadra, con su “sanación” de las fallas de Managua con sus 32 toneladas de piedra traídas de las minas de La Libertad. Según la artista conceptual la propuesta es un “injerto de sanación a la tierra”, terremoteada por dos nefastos terremotos que asolaron Managua, en las décadas de 1930 y 70. En esta acción costosa y lúdica participaron bomberos, policías, y choferes transportando en rastras las pesadas rocas minerales.

La ciudad del Mundo al revés, detalle-Alberto Torres Cerrato.

Para Cuadra estas piedras tienen “radiación magnética”, y fueron ubicadas en los alrededores del Faro de la Paz, sitio de fallas geológicas, y donde la contrarrevolución en los años noventa enterró simbólicamente la guerra en presencia de la ex presidenta Violeta Barrios de Chamorro, y el ex presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter.

Aquí se procedió a realizar el ritual de sanación de la falla sísmica, tomando los referentes del medido ambiente, espacial y arquitectónico que usó para este faro el arquitecto Nelson Brown, que son la tierra, viento, fuego y agua, y la idea del obelisco como ícono de paz.

Sin duda si la Fundación Ortiz Gurdián, el CCEN o el INC hubiesen dado premios a la excelencia de los artistas participantes a las exposiciones paralelas a la Séptima Bienal de Artes Visuales de Centroamérica, esta monumental acción de valor conceptual que se tomó el corazón herido de Managua, por la violencia de la naturaleza y la violencia social, hubiese sido merecedora del un “Primer Lugar”, por su acción teorética.

Las letras con luces de neón. Ésta es otra obra que pone en denuncia el robo cotidiano. Palabras Robadas (Managua Inmaterial) es el título de esta abstracción irónica y trágica que la conforman dos simples instalaciones lumínicas de neón, ubicadas en el CCEN, y el Gancho de Caminos, cuadra y media al lago, frente a los Servicios San Antonio. Ésta recoge experiencias personales de la artista Yasmin Hage, a quien le robaron su computadora mientras hacía su trabajo de observación de curso del mercado. De ahí provienen sus propuestas “lumínicas”.

La ciudad del Mundo al revés, detalle-Alberto Torres Cerrato.

El artnet es otro campo para las artes visuales. Los Esténciles Funcionales, de Oscar Rivas, es una obra que está construida a partir de direcciones de internet graffiteadas (rapidshare.com/files/303271290/rebeldes,pdf) por la ciudad de Managua, desde las que es posible descargar distintos paquetes con información relacionada con las ciudades nicaragüenses.

El videosonido también tiene su espacio con la canción Manawa, Nicarawa . Jonathan Harker, colaboró con Iñaki Iriberri y Rodrigo Sánchez para producir una reinterpretación de la clásica canción Managua Nicaragua escrita por Irving Fields y Albert Gamse y lanzada al aire en 1946 durante la edad de oro de la Managua moderna, a la cual hace referencia. Esta canción con su vídeo ha sido transmitida por la radio y la televisión y se puede descargar en: www.jonathanharker.com/awaman.mp3

El arte orgánico reconstruye la ciudad. El salvadoreño Simón Vega realizó cinco intervenciones en espacios públicos con maquetas cúbicas reconstruyendo así nuestra Managua, una ciudad sin “Zen-tro”, observa el artista. Otros modelos de estas obras fueron ubicadas en el Mercado Huembes, en la entrada de la biblioteca en la UCA, en el CCEN, frente a Metrocentro, y en la Plaza de la Revolución.

La reinstalación de las pacas usadas de ropa. Otro de los artistas es Marcos Agudelo, ganador por una instalación de ropa usada en una escalera de un centro comercial, por segunda vez reinstala, su obra, en la entrada del nuevo Centro Cultural de España en Nicaragua (CCEN), usando en esta ocasión un arbolito donde lanzó la ropa usada, expuesta a la intemperie, llevando la historia del desecho de la memoria humana de nuestros tiempos.

Litorales del golfo, David Ocón.

Camuflaje, pintura Darwin Rodríguez.

Pintura de Patricia Belli.
Bang, collage en aluminio,  Luis Morales.
 Escultura, Ilse Manzanares.
LA PRENSA/ A.AGÜERO.


 Desnudo, Omar d’León
LA PRENSA/ A.AGÜERO.

Operación geolófica Managua, instalación en el Faro de la paz, de Cristina Cuadra.
Manawa Nicarawa, canción de Johathan Harker.
 Managua soy yo, reinstalación de ropa usada, Marcos Agudelo.
FOTOS/LA PRENSA/ A. AGÜERO.

La Prensa Literaria

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