Por Daniel Ulloa
Dos poemas para Francisco Ruiz Udiel
El pan tuyo de cada noche
minimizó el ánimo de los días
y aquella mitad de tu mitad
que se marchose
dio a la tarea de zurcir los agujeros
que en la oscuridad te orientaban
cayó el telón como un secuestro
y sabiendo que no había nada de qué entusiasmarse
vos lo hiciste
y sacaste de tu bolsillo
un pájaro de papel verde
depositaste un beso añil
sobre sus plumas
e indicándole la estación más cercana
que lo alejara del invierno
le diste fuego.