Por Bayardo Quinto Núñez
LOS ESPERMATOZOIDES
Qué clase de vida la de los espermatozoides, comentaba Roberto a Filiberto. Sí hombre, estos bandidos espermas no se preocupan de nada, tienen su propio mundo donde pernoctan, se alimentan sin trabajar, mueren y viven en constantes ejercicios y sólo bailan al son del afecto, atracción, cariño, deseo y amor, replicó Filiberto. Me gustaría ser espermatozoide para vivir en francachela, no preocuparme de nada, sólo esperar el momento propicio para actuar, contestó Roberto. Pues yo también quisiera ser esperma, finalizó Filiberto.
LA CARTA ILUMINADA
Las visitas por las tardes de juventud de Carlos a la señorita Fany se volvieron una costumbre. Cuando éste tenía oportunidad por las tardes visitaba a Fany y le ejecutaba preciosas melodías con su violín. En una ocasión Fany le preguntó a Carlos: “¿Tenés novia, alguna vez le has dado un beso, tocado la mano?”. Sí tengo y todo es por cartas, le contestó el artista. Entonces se lanzaron una sabrosa carcajada. Carlos le dijo a Fany: “Esta melodía es para ti y se titula MI BESO PARA TI”. Está bien, Carlitos, contestó Fany. Fue tan bella la melodía que ejecutó el artista que Fany y él terminaron despidiéndose con un beso en la mejilla. Postscriptum: Fany le hizo la pregunta a Carlos de si tenía novia porque nunca se le conoció noviazgo, incluso, cuando falleció, en su ataúd le pusieron un ramo de lirios.
RABIA PROCAZ
Los ojos parecían ver muy lejos, daba la impresión de que el mundo había quedado ciego, pero no era así. Era una lágrima que veía en las páginas de la vida, en su propio suburbio como espectador de un posible resumen de la canción de esta vida que a veces da lástima porque es el espejo y la máscara que no pierde su lustre prodigar las voces más arcaicas y las más estupendas metáforas transformadas en puñal indiscreto para que la verdad no pueda razonar, pero sí herir la imaginación. Sí, fue la plebe quien eligió a Barrabás, le dijo Rosario a José. Pero Judas fue el traidor por unas simples moneditas y ahora todos comparten la Gloria, replicó José. Postdata: Rosario le comentaba a José: “No creo que Judas haya actuado solo en semejante crimen”. Tenés razón Rosario, hay otras manos en ese crimen histórico, inquirió José.
DIOS Y DIOSES
Adrián y Luis se repudiaban por la erudición de cada uno. Adrián creía en Dios y Luis en dioses. En una ocasión tuvieron una disputa acalorada en público en el mercado de la ciudad de la existencia y no de Dios y dioses, después se separaron. Ese día Luis fue a la iglesia, se arrodilló ante el altar divino y rogó le perdonara su impiedad. Entretanto, Adrián, el creyente, quemó todos sus libros sagrados, pues se había convertido en ateo.
EL SABUESO FELIZ
El perro vio a los gatos y sonrió y se alejó, exclamando: “Necios felinos y ciegos”. En ese momento cantó el gallo y el perro sabio le dijo: “Tú destruiste mi juventud y has seguido construyendo tu vida con mi decencia de la mía, siento deseos de aniquilarte, pero tus espuelas y navajas tienen el veneno maldito del demonio, mejor me voy y sigo de sabueso por doquier en felicidad y conociendo este mundo descortés, protervo y loco ”.
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