Geraldina González C.
Ivette Buhler de Galo es una mujer con un gran corazón. Como directora de proyectos de la parroquia Santo Cristo de Las Colinas y junto con el equipo parroquial apoya diversos proyectos en barrios y comunidades de la capital. El comedor infantil Divino Niño Jesús, que funciona en la Iglesia católica Jesús de la Divina Misericordia, en el barrio Naciones Unidas, ofrece desayuno, almuerzo y reforzamiento escolar a 150 niños de la zona. Para ella, los abrazos y el cariño correspondido de parte de los niños son su mayor satisfacción.
¿Desde cuándo colabora con los proyectos de la Iglesia?
Empecé hace como 12 años trayendo la comida de mediodía a los niños del barrio Naciones Unidas.
¿Cómo ha evolucionado el proyecto del comedor infantil?
La construcción del muro perimetral, los baños y el programa nuevo de educación que implementamos fue a partir de enero de este año. El comedor infantil Divino Niño, del barrio Naciones Unidas, funcionaba antes en casa de una feligresa donde no había patio, era un piso de tierra y ahí se llevaba la comida ya preparada, iba con mi mamá, mis hermanas y con un grupo de señoras de la parroquia Santo Cristo de Las Colinas. Ya cuando se construyó la Iglesia católica Jesús de la Divina Misericordia, en el barrio Naciones Unidas, se formalizó un poco más el desayuno y el almuerzo a lo largo de todo el año lectivo.
¿Qué la motivó a apoyar este tipo de proyectos?
Conforme te vas acercando a tu parroquia vas conociendo las necesidades. Aunque la parroquia de Las Colinas no tiene necesidad, tenemos proyectos que cumplir. Uno de ellos es el comedor infantil. La inspiración es trabajar para el Señor. Antes de la construcción del muro perimetral de 130 metros lineales de esta Iglesia todo estaba a la intemperie. Comenzamos con los baños, después el proyecto de los lavamanos y luego el padre Édgard Estrada me dijo que había que hacer el muro; eso ya era más trabajo, pero sabía que tenía razón porque aquí se acercaban los vagos o tiraban piedras a la iglesia y encontrábamos todo tipo de basura por donde está la cocina. Todos esos proyectos han estado a mi cargo.
¿Qué otros proyectos tienen previstos?
Queremos hacer un rancho para que los niños tengan un lugar para recibir sus clases afuera de la iglesia y una bodega para meter los útiles de los niños. Tenemos que hacer un auditorio en la iglesia de Las Colinas para impartir clases de catecismo, ayudar con construcción de la iglesia San Judas Tadeo en la comunidad Las Cuarezma, entre otros proyectos que tenemos pendientes.
¿Cuál ha sido el momento más gratificante que ha tenido en este tiempo?
El día de la inauguración y bendición del muro perimetral por parte de monseñor Carlos Avilés y el padre Édgard Estrada de la parroquia de Las Colinas. Es una gran satisfacción cuando ya uno ve que los niños están en un lugar sano. Cuando vienen aquí se sienten contentos, tranquilos y nosotros también sentimos que están protegidos en este lugar. También me satisface ver cuando los niños te corresponden, me llaman por mi nombre y cuando no he podido venir me preguntan por qué no lo he hecho y me abrazan, eso también es una gran satisfacción.
¿Qué tipo de actividades realizan para recaudar dinero?
Hicimos la rifa de un cuadro de la Virgen que nos donaron, un bazar para beneficiar este proyecto y a la gente. También se pidió la autorización de la parroquia de Las Colinas para repartir sobres en las misas de los domingos a las 11:00 de la mañana y las 6:00 de la tarde para recaudar fondos.
¿Qué mensaje compartiría con Nosotras sobre esta experiencia?
Yo creo que es importante que nosotros demos un poco más siempre, porque si nosotros los feligreses católicos no apoyamos nuestra iglesia, ¿quién lo va a hacer? Nunca es suficiente lo que nosotros podemos dar, siempre tenemos que ver cómo ayudar porque es nuestra iglesia.
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