Belkys Laís Castillo
Es hermoso despertar por las mañanas y a primera vista apreciar en los pasillos y jardines de la casa una obra tridimensional como lo es la escultura, arte tan antiguo que logra impregnar en sus diversos tamaños, formas, colores y estilos, una fachada acogedora y armónica.
“Se llama escultura al arte de modelar el barro, tallar en piedra, madera u otros materiales que en la decoración del hogar se incluyen como representaciones de figuras o personajes que desprenden un estilo significativo, que identifica al habitante”, define la arquitecta Débora Mendoza, coordinadora de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Ciencias Comerciales (UCC).
La inclusión de las esculturas como opciones decorativas en el hogar es un tema de personalidad y gusto por el arte. Estas manifiestan a lo largo, ancho y profundo las expresiones de seres zoomórficos, mitológicos, abstractos y humanos.
En perspectiva visual, el arte y la decoración van de la mano para la transformación de ambientes que liberan desde un espacio amplio, una belleza tangible.
Miguel Ángel Abarca, pintor y escultor nicaragüense, afirma que “la obra de arte tiene que estar en un espacio para poderlo admirar. También se llaman artes visuales que toda persona se goza con verla”.
Es importante resaltar que si la escultura estará conjugada con los muebles del hogar, estos deben adecuarse con colores negros, ya que la obra de arte sería el foco de presentación.
Si se desea un ambiente moderno, las esculturas de bronce son lo más actual, como también las figuras geométricas para concebir un ambiente elegante. Pero si se prefiere un ambiente clásico y un poco rústico, las esculturas de madera y piedra siempre son una buena opción.
“La escultura de madera debe conservar su color. No es necesario darle tanto preciosismo con las pinturas, porque ella tiene su color natural”, afirma Abarca.
La escultura, al igual que las demás formas de arte, es dividida en corrientes que subyacen de las necesidades de cada una de las épocas de la historia. Poco a poco, se han retomado ciertos aspectos que contribuyen a la revolución escultórica del mundo moderno, como también en los aspectos decorativos del hogar.
Según la arquitecta Mendoza, existe una gran variedad de estilos escultóricos, con fines y conceptos muy particulares.
*Land Art: es una corriente del arte contemporáneo que utiliza el marco y los materiales de la calle, siendo estas expuestas al exterior.
*Escultura minimalista: reducida a lo simple, también es abstracta y geométricamente lineal.
*Escultura en el dadaísmo: combina las técnicas del automatismo y las imágenes oníricas, desarrollando una iconografía muy personal de formas orgánicas.
*Escultura en el arte conceptual: es una reacción contra el formalismo, la idea de la obra prevalece sobre sus aspectos formales, quedando la resolución final de la obra como mero soporte.
*Arte Povera: es una tendencia proveniente del dada, en la cual se utilizan materiales considerados “pobres”, de muy fácil obtención y carentes de valor.
La arquitecta Mendoza recomienda incorporar esculturas en ambientes de interiores, para lograr tener una combinación entre lo actual con un tanto antiguo; pero lo importante es que la persona que habita en el hogar se sienta identificada.
“Estas estructuras, tensiones, formas tridimensionales de su entorno y expresiones latentes geométricas, tienen que representar color, luz, sombras, volumen, formación de vida esencial para poder plasmar espacios creativos y actuales”, afirma la arquitecta, quien también sugiere que nunca se deben seguir “modas”, porque no siempre van con los gustos personales de quienes van a comprar la obra para la decoración.
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