Belkys Laís Castillo

Las actividades diarias que solemos realizar a lo largo del día pueden exigirnos mucha concentración, dedicación y trabajo físico. El cuerpo se cansa y por eso requiere nutrientes para poder continuar y mucha hidratación, como el agua.

Este vital líquido es crucial para una buena funcionalidad y estructura del ser humano, y aunque a veces las personas relacionan la hidratación corporal como un tema meramente estético, por vincularse con la elasticidad de la piel y la prevención del envejecimiento prematuro, lo cierto es que tiene mayor relación con la salud y el bienestar desde el interior de nuestro cuerpo.

De manera estructural, afirma la nutricionista Ligia Pasquier, del Instituto de Climaterio y Menopausia, el cuerpo humano está compuesto en su mayoría por agua.

“En una persona promedio este vital líquido ocupa un 60 por ciento, en los niños un 70 y 80 por ciento y en un feto hasta un 90 por ciento”, explica la especialista.

VITAL EN TODO PROCESO

De acuerdo con Pasquier, el agua es vital para la formación de la sangre, debido a que es imprescindible para poder transportar nutrientes, eliminar toxinas y regular la presión arterial. Asimismo, tiene un gran valor al equilibrar el estado de los riñones, órganos que desechan toxinas mediante la orina.

“De manera consecuente, el agua genera un lubricante llamado líquido sinovial, el cual amortigua los movimientos entre las articulaciones. Además, el valioso líquido normaliza el calor de nuestro cuerpo a través del sudor”, afirma Pasquier.

AGUA A LA MEDIDA

La cantidad de agua que se debe tomar es relativa al sexo, edad, clima y estilo de vida de las personas.

Según Pasquier, la mujer promedio debe tomar diario la cantidad de dos litros de agua. El hombre, por su parte, tres litros de agua, debido a la grasa corporal que con frecuencia eliminan más rápido.

En el caso de los adultos mayores, el consumo de agua debe ser mayor, ya que van perdiendo paulatinamente elasticidad y presentan dificultades con la memoria, como también pueden no percibir la sensación de sed.

Para las personas que practican un deporte en particular el consumo de agua puede aumentar.

¿OTRAS BEBIDAS?

Cuando se sustituye el agua con otros tipos de bebidas, lo recomendado es tomar ciertas precauciones para su consumo.

“Las bebidas hidratantes son recomendadas a personas que realizan un determinado deporte más allá de las dos horas que comúnmente se ejecutan, a causa de la pérdida de electrolitos, los minerales que están presentes en la sangre y otros líquidos corporales que llevan una carga eléctrica y se pierde a medida que las personas sudan”, afirma Pasquier.

Por lo antes expuesto, muchas personas consumen la bebida hidratante para recuperar todos los nutrientes que se han perdido. Sin embargo, si la ingiere una persona que realiza poco ejercicio, ganará calorías y un aumento en su glucosa.

CUIDADO CON CIERTAS DIETAS

Hay personas que por el deseo de perder peso recurren a dietas orientadas únicamente al consumo de agua. Esto ocasiona un grave problema, ya que el cuerpo deja de recibir vitaminas y minerales que se encuentran en otros alimentos. Además, conlleva a un sumo esfuerzo de ciertos órganos que no podrán, a largo plazo, soportar la escasez de nutrientes.

Por eso, es importante que cada persona evalúe con un especialista sus necesidades en cuanto al consumo de agua, para determinar la cantidad recomendada según su estilo de vida.

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