Existen píldoras milagrosas que en realidad no deberían hacer nada. Los placebos vienen en distintas formas y tamaños, pero no contienen ingredientes activos. Y aun así, misteriosamente, con frecuencia parecieran tener algún efecto. En las últimas décadas se ha investigado mucho sobre el funcionamiento y lo que pueden hacer estas pastillas. Sabemos que en situaciones adecuadas pueden ser muy efectivas para aliviar el dolor o la depresión . Pero el último estudio sugiere que incluso podría ayudar a mejorar síntomas de un trastorno neurológico más complicado. Lo nuevo es que, al escanear el cerebro de las personas con Parkinson cuando experimentan un efecto placebo, han podido tener indicios de cómo una pastilla sin ningún ingrediente activo puede tener algún efecto en los pacientes.
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