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Apasionada por el derecho

Con una sonrisa cálida, Ana Teresa Rizo se define como una persona que trata de llevar de la mano sus principios y su actuar.

María Melba Calero

Con una sonrisa cálida, Ana Teresa Rizo se define como una persona que trata de llevar de la mano sus principios y su actuar. A sus 41 años, desempeña el cargo de Socia Administradora de Arias & Muñoz, una firma de abogados que está presente a nivel centroamericano. Ella afirma que a su hija le desea dejar el mejor legado y recuerdo, como haber hecho algo bueno por la sociedad.

¿Por qué decidió estudiar la carrera de derecho?

Siempre fui curiosa y desde chiquita me gustó la parte de hacer justicia. Aunque uno suele tener sus dudas acerca de qué estudiar, creo que en el interior ya sabía que de verdad era algo a lo que yo quería dedicarme.

¿Cómo llegó al puesto que desempeña actualmente?

Una de las cosas que me ayudó desde un inicio fue que comencé a trabajar desde que era estudiante. Tener una experiencia desde muy joven me permitió darme cuenta lo que quería hacer el resto de mi vida. Desde el inicio trabajé en una firma de abogados y posteriormente me llamaron y se me dio la oportunidad de iniciar a trabajar con Arias & Muñoz. En ese entonces, ellos eran una firma que estaba recién incursionando en el mercado de Nicaragua. Eso sucedió hace 19 años y ahora la firma es como mi familia. No los dejaría por nada del mundo.

¿Qué significado tiene para usted representar a su país a nivel internacional?

Lo bonito es que siento que no solo represento a Nicaragua, sino también a Centroamérica. Muchas veces he sido la única abogada de la región en participar en una conferencia. Eso para mí me enorgullece mucho por representar a un territorio y también a las mujeres. En la firma se les ha dado muchas oportunidades a mujeres como yo, y eso es lo que me hace sentir cómoda como profesional y mujer.

¿En algún momento de su vida deseó trabajar para una firma de abogados?

No, para nada. Lo bueno de la carrera de derecho es que te puedes especializar en diversos campos, como en una empresa, en el poder judicial o en una firma y cuando estás estudiando ves todas las gamas y no te imaginas en la que terminarás trabajando.

Los niños suelen imaginarse como jueces o magistrados, pero el derecho es más que eso. Yo empecé a incursionar en esta área porque fue la oportunidad que se me presentó y de hecho fue la que me gustó desde un inicio porque resolver o evitar problemas a los clientes es fascinante.

¿Cuáles han sido los principales obstáculos que ha tenido en su vida profesional?

Los obstáculos en nuestra carrera no vienen internamente. Es más un poco de frustración por el sistema del país, es decir, a veces es complicado explicarle a un cliente extranjero que aquí las cosas funcionan de diferentes formas, pero creo que no es solo un obstáculo, sino también un reto porque obviamente creas estrategias para atraer al mismo.

Fuera de la vida profesional, ¿cómo es Ana en el ámbito familiar?

Soy una persona muy cariñosa y mi familia siempre es mi prioridad. Aunque trabajo como abogada y en una firma, es importante recordar que son mi motor. Quiero dejarle como legado a mi hija que hice algo para la sociedad.

¿Qué consejo le brindaría a los estudiantes de derecho?

Mi consejo es que vayan más allá de lo que se les da en la universidad. Todos pasamos por ella, pero cuando en la firma contratamos personal que está estudiando lo que vemos es que tenga compromiso, perseverancia, disciplina, seriedad y que no esté acostumbrado a hacer las cosas p, sino a cuestionarse porqué son de esa manera.

Nosotras derecho

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