Cartasal Director

Los niños sujetos de derechos

Este mes de noviembre se cumplen 25 años de la Convención de los Derechos del Niño (CDN), impulsada por la Organización de la Naciones Unidas (ONU) el 20 de noviembre de 1989, donde por primera vez los niños, niñas y adolescentes se convierten en sujetos de derechos, y las personas adultas en sujetos de responsabilidades con ellos.

Esta Convención fue ratificada y reconocida en nuestra Constitución en su artículo 71, afirmando que la niñez goza de protección especial y de todos sus derechos, al igual que otros artículos hacen referencia a la promoción de los derechos de la niñez, aunque en realidad lo más importante no es solo tener y crear leyes, sino el cumplimiento de estas.

La misma Constitución prohíbe el trabajo que afecta el desarrollo normal o la educación, así como también los protege contra cualquier tipo de explotación económica y social.

Muchos de los principios de la Carta Magna, la Convención y el Código de la Niñez no se cumplen y continuamos observando niñas y niños realizando trabajos pesados o mendigando en las calles, reflejando situaciones que nos debe de conmover a todos. Estos niños han perdido dos derechos fundamentales: estudiar y jugar.

La Convención mantiene vigente sus principios desde hace veinticinco años, como son la no discriminación, el interés superior del niño y la niña, la supervivencia y el desarrollo, la participación de la niñez en todos los asuntos que le competen y en temas de la vida.

No debemos olvidar que nuestra niñez es uno de los sectores más vulnerables del país, que requiere mayor atención, no solo del Estado, ni de organismos de la sociedad civil, sino de la población nicaragüense, ya que, protegerlos debe ser una responsabilidad compartida.

Anielca Brenes Arias. Periodista.

Homenaje a Alexis Argüello

La Alcaldía de Managua está promoviendo con mucho entusiasmo para hoy 22 de noviembre la celebración de los cuarenta años que en Nicaragua tuvimos el primer campeón mundial, de los cuales, vienen a mi mente los recuerdos de esa bella historia:

Qué alegría cuando anunciaron que Alexis Argüello tendría otra oportunidad por la corona mundial del peso pluma en el fórum de Los Ángeles contra el mexicano Rubén Olivares, se nos quitó el rostro de tristeza de la derrota ante “El Ñato” Marcel en Panamá, teníamos fe y seguridad que esta vez no fallaría. Alexis se convirtió en nuestra gloria deportiva, todos querían estar cerca de él y por supuesto el dictador de turno tenía que sacarle provecho y así Somoza Debayle y el campeón mundial montando ambos hermosos caballos recorrían las calles de Estelí, suficiente pecado para que en el futuro próximo el nuevo dictador le confiscara todo lo que se había ganado a guantazos, ni la radio ni los periódicos podían mencionar a Alexis porque la censuradora de la dictadura y oficial de la tenebrosa seguridad del estado Nelba Blandón lo había prohibido.

Cuando doña Violeta Barrios de Chamorro derrotó en el año 1990 la primera dictadura de Ortega, Alexis regresa al país y recupera algunos de sus bienes pero los mejores están en manos de comandantes sandinistas y le fue imposible recuperarlos. Argüello decide acercarse al sandinismo buscando como recuperar lo que le habían robado, juró que nunca se metería a político, “que me escupan la cara si un día me ven metido en esa inmundicia”, pero su inocencia y por ser buen muchacho como decía Sucre Frech fue fácil para el orteguismo convencerlo que fuera de candidato a alcalde por la Alcaldía de la capital aprovechando su fama como tricampeón mundial y persona sencilla y noble.

Roberto Rivas, presidente del sucio Consejo Electoral, lo convierte en alcalde gracias al vulgar fraude donde muchas juntas receptoras de votos presentaban resultados de 400 a cero, distritos enteros donde aparecían cinco mil votos más que el número de habitantes. Ya como alcalde descubrió lo que todos sabíamos, no mandaba nada porque la dueña de la Alcaldía era y es Rosario Murillo. Todo esto más la vergüenza del fraude golpearon al boxeador, pensó en renunciar pero antes denunciar estas atrocidades, pero no le dieron tiempo. Dora Argüello, su hija mayor, espera que algún día se ponga ante la justicia a los asesinos de su padre.

Para avergonzar más aun después de muerto al héroe del deporte, en todas las alcaldías donde el orteguismo las ganó por fraude se ha colocado en la entrada una foto del gran boxeador. La luz siempre vence a las tinieblas, Dios tarda pero no olvida.

Leopoldo Villalta López

Demolición de Hospital Mauricio Abdalah

En medio de un secretismo de las autoridades municipales de Chinandega y con gran asombro contemplan a diario los transeúntes la demolición de lo que fue un importantísimo e histórico hospital donde ha nacido más del ochenta por ciento de la población. Fue fundado en el año 1877, en un terreno donado por señoras de apellido Navarro, formándose para el 17 de diciembre de 1874 una Junta de Edificación Económica y de Beneficencia Pública. Al inicio el hospital se llamó Hospital de la Caridad, luego San Vicente de Paul, y por último Hospital Mauricio Abdalah. La Orden Josefina de Monjas fundó una capilla, ayudando en labores humanitarias, asistencia médica y espiritual a enfermos. El hospital se convirtió en el bastión más importante para la salud del departamento de Chinandega llegando a tener hoy casi 150 años de existencia.

Después de los acontecimientos telúricos que infundieron pánico en la población de Managua y Occidente. El Hospital Mauricio Abdalah fue trasladado a mediados de abril por las autoridades por presentar fisuras en su infraestructura en lo que denominaron una acción de evacuación quedando como un hospital damnificado una parte para el hospital General España y otra para el Centro de Salud de la Colonia Roberto González y este a su vez se pasó o al menos una parte a donde fue una comidería y otra parte en una casa del reparto los arcos. Las monjas también con un legado histórico al final tuvieron que marcharse. Al padre de Santa Ana, monseñor Jaime Ramos, le tocó sacar el Santísimo.

Desde hace varios años vengo escuchando decir a la población que van a construir un nuevo Hospital Materno en la periferia de la ciudad. Así como también hoy escucho decir a la ciudadanía luego de ver como demuelen el antiguo edificio que van a hacer una clínica privada para afiliados al INSS, porque el terreno lo han supuestamente vendido a gente adinerada. El trasfondo no es el hecho del traslado del hospital en las condiciones que tristemente vimos porque tarde o temprano esa infraestructura iba a colapsar sino dos cosas:

Uno el temor de la ciudadanía que ese terreno, patrimonio histórico e importantísimo de la sociedad chinandegana, pase de un bien público a uno privado

Y dos si a un corto plazo no se construye un Hospital Materno en Chinandega, la calidad de la salud está en peligro porque el sistema actual está saturado y hará más difícil un buen servicio en una ciudad con una explosión demográfica acelerada.

Nos hemos convertido en una sociedad chinandegana sin voz, sin rostro, sin capacidad de debatir abiertamente, nuestras prioridades y futuro. En una mitad de lo que era el Hospital Materno Mauricio Abdalah, se construirá un Centro de Desarrollo Infantil (CDI) según informaron recientemente las Autoridades Locales, pese al sentimiento comunitario en favor del nuevo hospital en el mismo lugar. Faltará ver qué será en la otra mitad.

Lenín Duarte. Chinandega

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