La Rinitis alérgica (RA) es un molesto padecimiento que se manifiesta por tres síntomas principales: estornudos, descarga nasal o rinorrea y obstrucción nasal o sensación de “tener tapada la nariz”. También se le conoce como fiebre del heno o rinitis estacional.
Los estornudos son de cinco a veinte y en casos graves mucho más, la descarga nasal los pacientes la llegan a describir “como paja abierta” de moco blanquecino. La obstrucción nasal produce voz nasal o de “ñajo”.
Si los síntomas son graves hay picazón en ojos, faringe, irritabilidad, insomnio, dolor de cabeza y malestar general.
Se trata de un típico padecimiento alérgico donde la nariz es el órgano blanco de una reacción alérgica de tipo I o de hipersensibilidad.
La RA puede ser estacional cuando abundan los pólenes, por ejemplo de marzo a mayo, en otros países se ve entre junio y julio. Los estudios realizados en Estados Unidos señalan que afecta de un siete a veinte por ciento de la población adulta, pero durante la infancia y adolescencia hasta un cuarenta por ciento.
El diagnóstico es fácil y nos apoyamos en los antecedentes familiares y personales del afectado: dermatitis atópica, asma, urticaria o una mezcla de estos padecimientos. Antes de los cuarenta años inician los síntomas y con el paso de los años pueden disminuir y hasta desaparecer.
Esta enfermedad no debe verse con despreocupación por que puede complicarse. La RA perenne o persistente va a afectar toda la vida a estos enfermos y en otros se asocia con asma bronquial, sinusitis, infecciones respiratorias, otitis media y pólipos nasales.
La prevención consiste en evitar la exposición a los alérgenos que desencadenan los ataques como pólenes, caspa de animales, cucarachas, ácaros y las esporas del polvo.
En nuestro país podemos diagnosticar la RA y existen tratamientos eficaces. Consulte su médico internista.
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