Dentro de las enfermedades que afectan al ser humano, las infecciones respiratorias por virus tienen gran importancia, pues constituyen el cincuenta por ciento de padecimientos agudos.
En Estados Unidos el ciudadano promedio sufre 3 a 5.6 infecciones respiratorias por año y en niños menores de 1 año 8.3 casos anuales. Hay muchos síndromes : gripe o resfriado común, faringitis, traqueítis, bronquiolitis, bronquitis y neumonías.
Los adultos presentan de tres o cuatros “gripes” anuales que constituyen de treinta al cincuenta por ciento de ausentismo laboral. En el caso de los escolares un sesenta a ochenta por ciento justifica su ausencia por esta causa.
Hasta un 75 por ciento de enfermedades respiratorias agudas lo producen los virus, de los cuales conocemos por el momento doscientos tipos. Cinco tipos principales son: rinovirus, que producen cincuenta por ciento del resfriado común. Otros tipos son coronavirus, sincitial respiratorio, parainfluenza y adenovirus.
Su fácil transmisión por la vía aérea (inhalamos y exhalamos), el contacto social activo, no lavarse las manos con frecuencia y uso indebido de antibióticos son algunas de las causas de la gran prevalencia de estas infecciones.
La infección por rinovirus tiene distribución mundial y se caracteriza por estornudos y secreción nasal abundante acompañado de congestión o “nariz tapada”. Frecuente dolor de garganta puede ser la primera molestia y síntomas generales como malestar general o sensación de fatiga, dolor de cabeza y fiebre, cuadro que dura de cuatro a nueve días.
Las complicaciones atacan a niños pequeños, ancianos, trasplantados, pacientes con enfermedades crónicas (diabetes, respiratorias, cirrosis), VIH y Sida y otras condiciones de bajas defensas.
Controlar enfermedades crónicas, no abusar de sustancias tóxicas, vacunarse contra la influenza, tomar multivitamínicos y productos que aumentan defensas, acostumbrar a lavarse las manos en especial después de tocar personas u objetos de manipulación pública (escritorios, documentos,libros, dinero, teléfonos, controles remotos, etc) son recomendaciones habituales. Consulte a su médico internista.
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