Julio César Mairena Escobar, de 28 años, admitió haber asesinado a Fernando Josué Silva Quintero, de 9 años, en la Salinera de La Báscula, municipio de El Realejo, la tarde del pasado 7 de julio.
Ayer, en el Juzgado Primero de Distrito Penal de Juicio, a cargo de la doctora Rosa Velia Baca, el detenido pidió perdón a la familia y admitió que fue por su afición a la droga y el alcohol que cometió el crimen que impactó a la comunidad chinandegana.
La judicial programó la lectura de la sentencia para las 11:00 de la mañana del próximo miércoles.
“Mi abogado Yader Aguilera pidió la pena máxima de treinta años, el asesino me le quebró cuatro costillas (a Fernando Josué Silva Quintero), le dio golpes en la cabeza y lo asfixió. Yo le dije cuando pidió perdón que todas esas cosas las hubiera visto antes y por lo tanto era un caso imperdonable”, recordó consternado Severiano Silva, padre del niño.
HAY QUE CUIDAR A LOS NIÑOS
Marvin Osejo, pastor evangélico de la iglesia El Alfarero, dijo que en todo el proceso ha acompañado a los padres de la víctima. “Jamás había ocurrido un caso igual en esta comunidad. Pido a los padres que sus hijos deben ser vigilados todo el tiempo”, indicó Osejo.
El 7 de julio, el niño que estudiaba el primer grado en la Escuela Teresita, de la comunidad La Báscula, fue llevado con engaños hasta el lugar donde fue asesinado. Julio César Mairena Escobar lo golpeó y asfixió.
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