El papa Francisco presidió el martes en la Basílica de San Juan de Letrán la Misa por la Solemnidad del Corpus Christi, donde recordó que desde el comienzo la eucaristía “ha sido el centro y la forma de la vida de la Iglesia”, e invitó a los fieles a seguir el ejemplo de los santos y santas “que se han dejado ‘partir’ a sí mismos, sus propias vidas, para ‘alimentar a los hermanos’”.
“Cuántas madres, cuántos papás, junto con el pan de cada día, cortado en la mesa de casa, se parten el pecho para criar a sus hijos, y criarlos bien. Cuántos cristianos, en cuanto ciudadanos responsables, se han desvivido para defender la dignidad de todos, especialmente de los más pobres, marginados y discriminados”, expresó Francisco, desde el atrio de la Basílica romana.
Ante los cientos de fieles, religiosos y sacerdotes reunidos, Francisco aseguró que estas personas, junto a los santos —famosos o anónimos—, encontraron en la eucaristía la fuerza “para hacer todo esto”.
“En el poder del amor del Señor resucitado, que también hoy parte el pan para nosotros y repite: ‘Haced esto en memoria mía’”, afirmó.
EL MANDAMIENTO DE CRISTO
El santo padre centró su homilía en el pasaje de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, donde el apóstol se refirió dos veces al mandato de Cristo de “haced esto en memoria mía”, con el cual instituyó la eucaristía.
“Es el testimonio más antiguo de las palabras de Cristo en la última cena”, señaló el papa Francisco.