La cooperación de unos siete mil dólares anuales aportada por la ONG Sant Just Solidari al Centro de Desarrollo Infantil (CDI), en la ciudad Camoapa, ha llegado a su fin, por falta de coordinación del Ministerio de Educación (Mined), que repentinamente tomó la administración del centro, pese a que este pertenecía a la municipalidad desde su fundación.
De acuerdo con Ramón Mendoza, representante de Sant Just Solidari en Nicaragua, la cooperación no fue suspendida por el cambio de administración sino por la falta de coordinación del Mined para continuar con la misma, puesto que ONG pidió una solicitud formal para la continuidad de la ayuda, a la cual no respondieron.
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LA PRENSA intentó conocer la posición del Mined a través de la delegada municipal de esta institución en Camoapa, Flor de María Cerrato, pero en su oficina dijeron que no podía atender.
Para Mendoza, la preocupación de la ONG es que se termine el programa de atención a infantes y lactantes, así como la capacitación continua a los docentes del centro.
“El Mined nos dice que van a continuar igual, nosotros esperamos que eso sea una realidad y que los niños continúen tal y como eran atendidos antes, nosotros nos hacemos a un lado porque no queremos agarrar partido en la problemática que se supone que hay entre la Alcaldía y el Mined, porque esos son otros asuntos”, agregó.
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Desde su fundación el CDI Solidaridad era administrado por la municipalidad, pero tras el traspaso del gobierno local, funcionarios del Mined llegaron al centro a cambiar a la directora y los candados del local, aduciendo que el recinto era de propiedad.
Para Francisco Salazar, secretario del Concejo Municipal de Camoapa, “se puede decir que el CDI fue tomado de manera forzada por el Mined”. Señaló que las nueve personas que trabajaban ahí y eran pagadas por la comuna fueron presionadas para que abandonaran sus puestos y regresaran a laborar a la Alcaldía.
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“Se reubicó a ese personal en diferentes áreas, pero esta situación lo que ocasiona es un recargo de personal sin funciones, porque son sacados de sus espacios de trabajo y la Alcaldía ha hecho un esfuerzo por mantener la estabilidad laboral a los trabajadores”, apuntó el funcionario.
“Lamentablemente vendemos una mala imagen hacia el exterior, una imagen donde no se respeta el estado de derecho y los convenios con las instituciones que hacen los hermanamientos y esto hace que al momento de trabajar con las instituciones públicas las ONG tengan sus reservas”, dijo Salazar.
Según Heberto Mejía, presidente de la Asociación de Hermanamientos Municipales (Asodermu), el CDI fue construido con fondos de Sant Just Solidari, cuya inversión fue de 30,681.90 euros. Esta ONG ha cooperado con 59,879.33 euros para la manutención del centro.