“Lo dijimos con los hechos”, respondió el obispo de Chontales y Río San Juan, monseñor René Sándigo, cuando se le preguntó sobre quejas de campesinos que señalan al religioso de abandonarlos mientras sufrían la represión estatal entre abril y julio en zonas de Chontales.
Monseñor, ¿por qué usted nunca dijo nada cuando policías y paramilitares llegaban a agredir a Juigalpa? —le preguntaron. El religioso respondió: “Lo dijimos con los hechos”, pero sin explicar a qué hechos en concreto se refería.
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El 13 de julio, los autoconvocados que mantenían trancada la principal entrada de Juigalpa decidieron abandonar los tranques ante la amenaza de que serían reprimidos brutalmente por antimotines y paramilitares.
En los acuerdos participó el Gobierno, organismos de derechos humanos y la Iglesia católica en Juigalpa a cargo de Sandigo.
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Sin embargo, horas después que los campesinos abandonaron los tranques, muchos fueron apresados y reprimidos. Otros tuvieron que abandonar sus lugares de origen, mientras varios están siendo procesados judicialmente bajo cargos de terrorismo y otros delitos.
Monseñor Sándigo invitó a LA PRENSA a que haga servicios de corresponsalía en la zona para verificar “sus hechos”, sin embargo, periodistas independientes y organizaciones de derechos humanos que omitieron su identidad sostienen que el religioso solamente da información a los medios oficialistas y autoridades.