Todo no está normal en Nicaragua 141 días después que empezaron las protestas pacíficas, ferozmente reprimidas por el régimen de Daniel Ortega.
Así opinan dos sacerdotes consultados, uno que cuenta lo que ve en Managua y el otro en la ciudad de León, al occidente del país.
El sacerdote Guillermo Martínez, párroco de la Iglesia María Reina de la Paz, en Batahola Sur, habla con claridad sobre la situación de violencia estatal que el país vive.
“Todo ciudadano nicaragüense tiene derecho a la libre expresión, tiene derecho a la libre circulación, tiene derecho a protestar, tiene derecho, incluso a rebelarse contra un gobierno que no respeta sus derechos constitucionales. El derecho a la rebelión ciudadana está contemplado en nuestra Constitución”, aseguró Martínez.
Le puede interesar: Daniel Ortega acusa de golpistas a los obispos nicaragüenses en su discurso del 19 de julio
El religioso critica que no se puede esperar menos de un gobierno que “de por sí es inconstitucional, ilegal e ilegítimo”, sostuvo.
El sacerdote señala que no cabe el calificativo de dictador en sentido teórico para Daniel Ortega, quien gobierna el país junta a su esposa, Rosario Murillo.
“Un dictador se nombraba en Roma para solucionar problemas en crisis en un Estado; este señor es un usurpador, un secuestrador de la República, un pervertidor del Estado de Derecho y de las instituciones”, añadió el sacerdote para calificar los abusos del mandatario nicaragüense.
“NADA ES NORMAL”
Para el sacerdote y portavoz de la Diócesis de León, el padre Víctor Morales, en el país nada es normal cuando se violentan todos los días los derechos de los ciudadanos.
“Realmente no (está normal el país), todavía la gente está con mucho temor, mucha gente saliendo del país, todavía se ven detenciones, se ven asedios y a la gente le violentan su derecho a manifestarse”, indicó el religioso.
Morales dijo que como parte de esa “falta de normalidad” en la nación hasta la Iglesia ha tenido que realizar sus actividades litúrgicas por las tardes “porque la gente tiene temor de andar fuera de su casa”.
Desmiente a Ortega
Durante la crisis política que el país vive, obispos y sacerdotes han sido víctimas de descrédito, incluso por parte del mismo presidente Daniel Ortega.
Lea además: Turbas orteguistas agreden a los obispos y periodistas en Diriamba, Carazo
El pasado 19 de julio, el caudillo en Plaza la Fe acusó a los obispos de “golpistas” y de prestar sus parroquias para salir a asesinar.
El padre Martínez tiene su propia hipótesis sobre las acusaciones de Ortega. “El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos fue clarísimo: aquí no ha habido un golpe de Estado. Quien habla de golpe de Estado son los señores del régimen Ortega Murillo”, explicó el religioso.