Desde el punto de vista de la excomandante guerrillera Mónica Baltodano y del sociólogo Óscar René Vargas, el dictador Daniel Ortega sepultó al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por sus ambiciones de poder.
“El verdadero sandinismo no volverá a juntarse alrededor de esas siglas y que Ortega es el sepulturero del FSLN, pero no va a enterrar los verdaderos ideales del sandinismo de Carlos Fonseca. Tendrán que surgir nuevas propuestas”, dijo Baltodano por escrito.
Su análisis ocurre días después que se presentó una encuesta de CID Gallup, en la que el FSLN logró apenas el 23 por ciento de simpatizantes de la población, un mínimo en comparación con su techo del 37 por ciento en 2007, cuando Ortega volvió al poder después de 16 años de estar en la oposición.
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Más de 500 muertos
También la ciudadanía pide la renuncia de Ortega y Murillo tras la masacre iniciada en abril por el Gobierno, cuando reprimió las manifestaciones de la ciudadanía, dejando un saldo de muertos que oscila entre 322 y 512, según organismos de derechos humanos.
La encuestadora expresó que era evidente del descenso de la preferencia en relación con el partido de gobierno. En 2008 ya había bajado hasta el 30 por ciento. Ese año se dieron las denuncias por fraude electoral en los municipios, los cuales beneficiaron al orteguismo.
La rebelión de abril
Baltodano asocia el descontento con la represión. “Para una buena parte de quienes le respaldaban porque creían en su retórica de paz y reconciliación se dieron cuenta de golpe de sus verdaderos propósitos. El principal factor que explica esa debacle es que la rebelión de abril puso al descubierto la naturaleza represiva del régimen”, asegura ella.
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Para el sociólogo Óscar René Vargas, el futuro del FSLN es incierto. “La crisis de abril 2018, lo que hizo fue incrementar ese distanciamiento y descontento debido a las muertes, heridos, presos y desaparecidos por el gobierno. Ortega ha afectado directamente e indirectamente a la base social amplia que tenía el partido de gobierno”, aseguró Vargas vía correo electrónico.
Para el sociólogo Óscar René Vargas, el futuro del FSLN es incierto. “La crisis de abril 2018, lo que hizo fue incrementar ese distanciamiento y descontento debido a las muertes, heridos, presos y desaparecidos que el gobierno. (Los) Ortega ha afectado directamente e indirectamente a la base social amplia que tenía el partido de gobierno”, aseguró Vargas vía correo electrónico.