El recalentamiento de unos conductores eléctricos que alimentaban una lámpara ubicada en el interior de una bodega fue la causa del incendio que se registró el pasado domingo 30 de diciembre en el asilo de ancianos Fray Francisco Domínguez, del barrio El Rosario, en el departamento de Chinandega, según informó a través de un comunicado este 31 de diciembre la Dirección General de Bomberos (DGB).
El incendio se registró a las 7:50 p.m. y fue controlado una hora después.
Según información de la DGB, para controlar el siniestro se utilizaron nueve camiones de bomberos y 45 fuerzas unificadas, de manera que el fuego no se propagó a las casas vecinas.
Dentro del asilo se encontraban alojados 22 ancianos que fueron evacuados sin afectación y trasladados a la parroquia Nuestra Señora del Rosario, a pocas cuadras de donde se registró el hecho.
Sin embargo, uno de los ancianos fue trasladado a un hospital cercano, pero hasta el momento se encontraba estable.
El sacerdote Douglas Guevara, de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, relató que “estábamos aquí afuera preparándonos para un convite después de la pastorela y miramos que un medidor estaba echando chispas, apagamos las luces de la iglesia, pero vimos que del asilo ya estaba saliendo humo y entonces empezamos a tocar las campanas para que la gente viniera a ayudarnos”.
El rector del asilo es el padre Francisco Ramón Solórzano Rodríguez, de 61 años de edad, según fuentes oficiales.
El asilo se encuentra ubicado del Sistema Penitenciario de Chinandega, dos cuadras al oeste, contiguo al Cementerio Municipal.
Pérdidas
En términos técnicos, solamente se quemaron 459 metros cuadrados de los 6,500 metros cuadrados que mide toda la propiedad, construida de paredes de concreto, estructura de madera, techo de zinc y piso de ladrillos.
Entre las pérdidas materiales, se encuentran granos básicos, productos alimenticios, enlatados, artículos de uso personal, utensilios de cocina, camas, colchones, plásticos, un escritorio de madera, papelería y ropa.
Al menos nueve bomberos resultaron afectados por la inhalación de humo al momento que brindaban sus servicios.
Uno de ellos fue atendido por socorristas, porque presentaba signos de intoxicación, cuando se dispuso a verificar que ningún anciano estuviera atrapado en el lugar atestado de humo y fuego.
Ancianos necesitan ayuda
Pobladores de Chinandega dijeron que los ancianos necesitaban lámparas porque están sin energía eléctrica.
Entre otras cosas, necesitan botellas de agua, termómetros, medicinas, ropa y cobijas. Así como alimentos enlatados y artículos personales.
El domingo el fluido eléctrico en la ciudad de Chinandega fue interrumpido por algunas horas por la empresa distribuidora de electricidad, tras el incendio, como una medida de evitar que el fuego se propagara a otras viviendas.