Representantes departamentales del Frente Nacional de Trabajadores (FNT), el Sistema Local de Atención Integral en Salud (Silais) y del Ministerio de Salud (Minsa) en Carazo, sostuvieron el pasado lunes una reunión en la que advirtieron a los trabajadores estatales que todo aquel que no esté de acuerdo con las recomendaciones del régimen orteguista será despedido.
Una fuente ligada al orteguismo informó que durante la reunión, donde se abordaron nueve puntos, se acordó que en la instituciones estatales solamente serán contratadas personas que tengan carnet de militancia sandinista, a la vez que se realizará un proceso para comprobar que todos los trabajadores actuales cuenten con ese aval político.
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Otra de las orientaciones para médicos y enfermeras es que, en caso de que se registre una nueva rebelión cívica contra el régimen, como la ocurrida en abril del año pasado, no atiendan a ninguna persona vinculada a las protestas.
La cúpula sandinista también informó al sector salud y a su militancia, que está totalmente prohibido dialogar con personas que protesten en contra de Ortega y que además, serán vigilados por miembros de los sindicatos aquellos trabajadores que atiendan y platiquen con personas que no están de acuerdo con las acciones del régimen orteguista.
Llegarán médicos cubanos
La reunión también sirvió para anunciar la llegada de médicos y enfermeras cubanos, a todas las unidades de salud del país, por lo que indicaron que en cada hospital y centro de salud se debe dar la atención adecuada y recibimiento a esta delegación.
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El orteguismo además anunció que este jueves serán entregados uniformes a los trabajadores de la salud, bajo la disposición de la vicepresidenta designada por el poder electoral orteguista, Rosario Murillo.
Varios médicos consultados se quejaron de estas medidas y las consideraron arbitrarias y violatorias a los derechos humanos y laborales de todo trabajador, ya que consideran que deben callar y obedecer aunque no quieran, por mantener su puesto de trabajo.
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