El escritor nicaragüense Sergio Ramírez Mercado salió en defensa de la mesa negociadora de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia al sostener que esta se encuentra “bajo dos fuegos”: esta semana pasada el régimen orteguista lanzó su “descarga” de insultos y epítetos para deslegitimarla; y por el otro lado el “fuego” de gente” que está desesperada al no ver resultados, comentó el escritor.
“La Alianza no tiene un ejército ni una fuerza militar para imponer el cumplimiento de los acuerdos. Su fuerza es moral”, sostuvo Ramírez en entrevista a LA PRENSA previo a su viaje al Festival literario Centroamérica Cuenta 2019, evento que tendrá lugar en San José, Costa Rica, entre el 13 y 17 de mayo.
Ramírez Mercado junto a la poeta Gioconda Belli y el periodista Fernando Chamorro, participarán en la mesa “Nicaragua tan violentamente dulce”, y expondrán ante más de 130 escritores de Hispanoamérica y exiliados nicaragüenses, la grave crisis sociopolítica que continúa viviendo Nicaragua.
Para Ramírez esta es una realidad que “sigue ardiendo como una brasa que no se apaga, y por lo tanto la literatura no puede ser ajeno a este tema”.
“Mucha gente le dispara a la Alianza Cívica”
Para que haya paz en Nicaragua, Daniel Ortega debe renunciar y convocar a nuevas elecciones, ¿cuál es su opinión?
Hay muchas cosas que están en los deseos legítimos de los nicaragüenses, pero hay un proceso de negociación que se atiene a realidades y posibilidades, y yo soy de los que respaldan firmemente el proceso de negociación, y ha llegado el momento en que mucha gente le dispara a la Alianza Cívica (por la Justicia y la Democracia) por estar negociando.
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Eso me parece que es completamente absurdo y es como pegarse un tiro en el pie. Tenemos esos negociadores, tenemos esa mesa de negociación abierta, tenemos que respaldar lo que ahí se está negociando.
Si Ortega no cumple eso no es culpa de la Alianza. La Alianza no tiene un ejército ni una fuerza militar para imponer el cumplimiento de los acuerdos. Su fuerza es moral. Entonces es en esta fuerza moral con respaldo de la ciudadanía que se puede llegar a lograr lo que todos queremos que se logre de inmediato.
En primer lugar, la liberación total de los prisioneros políticos. Que éstos no pueden seguir siendo rehenes en la mesa de negociación, el regreso de los exiliados, que se abran las puertas de la libertad de expresión, de nuevo que regresen los periodistas exiliados, que se le entreguen los insumos y materiales a los medios de comunicación.
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Todo esto el Gobierno lo firmó. Está firmado por todos los delegados del Gobierno en la mesa de negociación, y ahora es absurdo que no se cumpla. Entonces la presión tiene que ser para que estos acuerdos ya firmados se cumplan y lleguemos a la salida de fondo, que es la celebración de elecciones libres y bajo intensa observación internacional, en donde los resultados justos nos digan quien va a gobernar legítimamente el país. No es mucho pedir, pero parece es lo más difícil de conceder.
El régimen de Ortega está pidiendo la suspensión de las sanciones, también sigue atacando a la Alianza Cívica, señalándolos de “terroristas” y otra cantidad de epítetos.
Sí, porque está bajo dos fuegos. Eso es lo absurdo. El doctor Carlos Tünnermann que no sabe ni disparar un arma está “bajo el fuego” del Gobierno y el “fuego de gente” que seguramente desesperada de no ver resultados — eso puede ser una justificación — dispara contra la Alianza. Es decir, disparan contra quien deberían no disparar.
El año pasado cuando se suspendió el diálogo, Ortega lanzó la “operación limpieza”, crearon la ley antiterrorismo, luego se dieron ataques a oeneges y medios de comunicación. ¿Cree que estos nuevos ataques preludian otros?
Creo que las palabras tienen filo y hieren al que tiene la piel delicada. Si los negociadores están sentados con firmeza moral no se van a medrar por epítetos, por insultos. Lo que importa es la firmeza ética con se negocie, las palabras, pues son otra cosa.
¿Cómo ve el futuro de Nicaragua, ve una salida?
Yo lo veo con mucha confianza. Esta no puede ser una situación eterna. No va a durar. Tiene que haber una salida democrática, y todos tenemos que ayudar a construir esa salida democrática. No se hacen las catedrales de la noche a la mañana, vamos a lograr la paz y la democracia de Nicaragua antes que se termina de reparar la catedral de Notre Dame.
(Según declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, reparar la catedral de Notre Dame podría durar cinco años)
En Costa Rica hay más de 60 mil exiliados, ¿esperan presencia de ellos en el Festival literario Centroamérica Cuenta 2019, que usted dirige, hablará de Nicaragua?
Espero mucho público y va a ver una mesa: “Nicaragua tan violentamente dulce”. Vamos hablar Gioconda (Belli) y yo. Este es un tema sobre la Nicaragua contemporánea, la gente quiere saber que piensan dos escritores sobre la situación actual de Nicaragua, y eso es lo que vamos a tratar en relación con la historia del país.
Creímos que no podía faltar una mesa de este tipo, dado las circunstancias que nos fuimos para Costa Rica, porque no se pudo hacer aquí con todos los acontecimientos que tuvieron lugar en Nicaragua el año pasado, y que siguen ardiendo como una abraza que no se apaga, y por lo tanto la literatura no puede ser ajeno a este tema.