Jonathan Loáisiga necesitaba recobrar confianza y demostrar que está listo para la postemporada. Aunque la carrera en Grandes Ligas es un maratón donde hay días que se amanece en la cima y otro en el precipicio, el nicaragüense vio la luz del sol de cerca. En dos episodios no permitió carreras, utilizó solamente 29 lanzamientos y permitió un imparable de Lourdes Gurriel Jr., el cual no cruzó a los jardines.
Si bien es cierto que los Azulejos de Toronto son un conjunto del sótano con 91 derrotas tienen una artillería joven que puede hacer estragos a cualquier lanzador. El nicaragüense entró con el partido 9-1, relevando a Cory Gearrin y ponchó a Jonathan Davis, luego dominó a Richard Ureña y Anthony Alford para cerrar sin contratiempos la séptima entrada. En la octava Gurriel le ligó de infield hit y con seis lanzamientos ponchó a Guerrero. Loáisiga utilizó dos rectas de cuatro costuras, tres curvas y una recta de dos costuras. Posteriormente, sin sudar mucho se vio superior a Teoscar Hernández y Justin Smoak para frotarse las manos y esperar otra salida. Finalmente los Yanquis ganaron 13-3.