Cuando se charla con Dennis Martínez se puede empezar hablando de las nuevas reglas de la MLB, de la temporada corta de 60 partidos y luego hacer un giro brusco de 180 grados para tocar puntos importantes de lo que se vive en Nicaragua. Un video del papa Francisco fue la cereza final para que se vinculara abiertamente a querer un cambio general en la sociedad nicaragüense desde lo político. “El papa decía que debemos involucrarnos en la política y ser un medio que sume y no que reste a nuestros países”, señala Martínez. Y no se refiera a la política tradicional de cargos públicos. Ha dejado claro que eso no le interesa, sino en ser vehículo para colaborar a que Nicaragua llegue a ser un mejor país desde su trinchera como figura pública.
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De regreso al diamante, el mejor jugador en la historia de las Grandes Ligas de Nicaragua, dice que entiende y está de acuerdo con las nuevas reglas porque se vive una situación especial, sin embargo aseguró en que si en esta época él estuviera como jugador activo seguiría los pasos de Mike Leake o Ian Desmond, quienes decidieron no jugar para resguardarse en sus casas debido al Covid-19, a pesar de perder mucho dinero en sus salarios. “Es que jugar uno o dos meses es poco, mejor quedarse resguardado en casa. Claro eso se puede hacer si existe un colchón económico importante detrás”, explicó.
“Los jóvenes merecen ser escuchados”
Martínez se ha caracterizado por apoyar a la juventud desde siempre. Sabe que no solo son el futuro, sino que deben tomar puestos de relevancias para comandar el presente. “Leí las declaraciones de Lesther Alemán sobre las exigencias de la juventud y estoy de acuerdo con él. No es posible que los partidos políticos tradicionales tengan cuatro sillas en la Coalición Nacional, mientras que los jóvenes que sufrieron desde dentro la represión y muchos murieron en las universidades, otros fueron expulsados y se les eliminaron sus récords académicos tengan solo una silla. Este país necesita caras nuevas. Escuchen a los jóvenes que se han ganado esos espacios, se lo merecen”, señaló Martínez.
Por otro lado, el Presidente tampoco rehuyó en dar su opinión sobre la situación que vive el Cosep. Muchos están pidiendo un relevo de su presidente, el cual tiene más de 10 años ejerciendo esa función. “Se necesita primero ser ejemplo. Si hablamos de que se batalla contra una dictadura considero que aunque el presidente de ese organismo haya hecho un excelente trabajo es tiempo de que se traigan nuevas ideas. Y si el que llegue hace un buen trabajo también deberá ceder ese puesto a otro. Eso sería una democracia y daría una muy buena imagen. Debemos sobreponernos a lo que para los nicaragüenses se ha convertido en una tradición: perpetuarse en puestos de poder”.
Es difícil que suceda algo en Nicaragua y que Martínez no esté al tanto. “Recientemente surgió otro candidato, Mario Hanón, me parece bien. Eso es lo que se busca: abrir espacios a otros. Me parece que es una muy buena noticia desde el punto de vista que la gente necesita ver rostros nuevos”.
Y cuando se le preguntó que por qué es fácil para él estar alejado de puestos públicos, mientras existe otro tipo de personas que se pegan como garrapatas al poder, concluye: “Siempre lo he visto como un problema de ambición, creen que son más fuertes con poder y se les van los humos a la cabeza. Para poder ser millonarios creen que deben estar en ese ambiente. Y todo eso termina en corrupción y pobreza para nuestro país”.