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OEA, oposición, represión, Nicaragua, Daniel Ortega, presos políticos

Foto referencial. OEA.

Crisis sociopolítica de Nicaragua pasa a debate de una comisión general en la Asamblea General de la OEA

La situación de Nicaragua y Venezuela es el tema central de la Asamblea General de la OEA, que se realiza de manera virtual por la pandemia del Covid-19.

El tema sobre la situación de Nicaragua presentado este martes en la agenda de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), fue enviado a debate a la Comisión General bajo la protesta de Nicaragua, en la primera parte de esta reunión de dos días, que por primera vez se realiza de manera virtual por la pandemia del Covid-19.

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La situación del país será abordado bajo el título “El restablecimiento de las instituciones democráticas y el respeto de los derechos humanos de Nicaragua, mediante elecciones libre y justas”, propuesto por Canadá, Chile, Colombia, Paraguay y Estados Unidos.

Venezuela y Nicaragua en el centro del debate

La situación de Venezuela y de Nicaragua es el tema que está en el centro del debate en esta Asamblea General de la OEA, por las crisis que viven estos países controlados por los regímenes autoritarios de Nicolás Maduro y Daniel Ortega, respectivamente. Sobre Venezuela está previsto la votación de un proyecto de Resolución sobre la ilegitimidad de las próximas elecciones de ese país; y sobre Nicaragua una Resolución sobre la crisis de Nicaragua, que demanda el restablecimiento de las instituciones democráticas y el respeto a los derechos humanos a través de elecciones libres y justa.

Como era de esperarse, el canciller del régimen de Daniel Ortega y representante de Nicaragua ante la OEA, Denis Moncada, se quejó y rechazó ese punto de agente, por considerarlo una acción de injerencista.

“Hay una tendencia en la Organización de los Estados Americanos de utilizar la organización como un instrumento de actuación injerencista con Nicaragua y de realmente mentir, utilizar situaciones tergiversadas, utilizar falsas informaciones y noticias; elaborar proyectos encaminados a desestabilizar al gobierno constitucional y legítimo de Nicaragua. Solamente queremos expresar que toda declaración que este dirigida en esa dirección, Nicaragua definitivamente no la acepta y la rechaza”, dijo Moncada

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Por la mañana, en la primera parte de la reunión, los Estados miembros del organismo regional San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, y México expresaron su rechazo a la inclusión de la situación de Nicaragua y de Venezuela en esta reunión, por considerarlo un injerencismo en los problemas internos de esos países.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, François-Philippe Champagne, en su intervención pidió al gobierno de Ortega que detenga las violaciones de derechos humanos en el país.

“Canadá invoca al gobierno de Nicaragua para que detenga todas las violaciones de derechos humanos y defienda la libertad de los medios y trabaje con la OEA en la elección”, manifestó el representante de Canadá ante la OEA.

Luego el embajador de Nicaragua interrumpió la siguiente intervención para contestarle a Canadá. “No aceptamos, Nicaragua no acepta, el gobierno de reconciliación y unidad nacional no acepta la intervención y el señalamiento que ha hecho el señor canciller de Canadá. Exigimos respeto”, dijo Moncada.

Por la tarde, en la segunda parte de la sesión del martes, Brasil y Chile también se pronunciaron sobre la situación de Venezuela y Nicaragua, demandando una salida pacífica, a través de elecciones libres, justas y observadas.

“Chile desde el año 2018 ha condenado la violencia, la represión a la sociedad civil, las transgresiones a los derechos humanos, la persecución a opositores políticos y, en general, el deterioro de las instituciones democráticas. Por tales razones, Chile apoyará la resolución sobre Nicaragua que insta al gobierno de dicho país a realizar una reforma electoral con miras a la celebración de elecciones presidenciales y legislativas libres y justas en 2021, permitiendo el despliegue tanto de misiones de observación electoral como asimismo de la Comisión Interamericana de derechos humanos”, dijo el embajador de Chile ante la OEA. Chile prometió su voto a la resolución sobre Nicaragua.

El secretario de Estado de Estados Unidos (EE.UU.), Mike Pompeo, también aprovechó su intervención para demandar una resolución contundente sobre la situación de Venezuela y Nicaragua.

“Estados Unidos espera que este órgano apruebe una fuerte resolución para condenar al régimen de Maduro de una forma que no reconozcan las elecciones ilegítimas de Venezuela, pasadas y futuras. El presidente Ortega también socava la democracia en su país y restringe los derechos básicos de expresarse, de reunirse, incluso ataca a las iglesias. Esperamos que la OEA apruebe una resolución para condenar el hecho de que el gobierno Ortega no se ha mantenido a la altura de los principios democráticos más básicos. La resolución también debe exigir el respeto de los derechos humanos y señalar reformas electorales concretas para tener elecciones libres e imparciales en Nicaragua”. dijo Pompeo.

Particularmente Nicaragua tiene previsto celebrar elecciones nacionales el 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega y su círculo de poder ya han advertido su intención de retener el poder por cinco años más, que sumarían casi veinte años desde 2007. Canadá, Chile, Colombia, Paraguay, Estados Unidos y Venezuela (delegado del gobierno interino de Juan Guaidó) pidieron el despliegue de una misión electoral en Nicaragua en esos comicios, lo que se espera también sea abordado en la reunión de cancilleres y embajadores.

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Nicaragua vive en crisis desde abril de 2018, cuando comenzó la represión armada contra las protestas civiles que demandan la salida de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, del poder.

La reunión de la OEA debía celebrarse en junio en Bahamas, pero fue aplazada por la pandemia del Covid-19. “El formato virtual en el que nos reunimos hoy es un signo de la realidad en la que vivimos”, dijo el secretario general de la OEA, Luis Almagro, en la apertura de la Asamblea, en un momento en que América latina y el Caribe sumaban 381.719 fallecidos y Unidos y Canadá 229.906 muertos.

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