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LA PRENSA/ARCHIVO

El régimen Ortega-Murillo y su obsesión por el “monopolio de la solidaridad” en Nicaragua

Esta no es la primera vez que la dictadura no permite llevar ayuda humanitaria a las personas afectadas.

El régimen de Daniel Ortega se empeña en tener una especie de “monopolio de la solidaridad” en los tiempos de crisis en Nicaragua, y para lograrlo usa todas las ventajas que tiene como administrador del Estado.

No en balde la pareja presidencial utiliza el eslogan publicitario “gobierno cristiano, socialista y solidario”, aunque sus prácticas son la represión, violencia y amenazas a los opositores; y ve a la sociedad civil como rivales cuando intentan ayudar en situaciones de crisis y emergencias.

Max Jerez, universitario y opositor integrante de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), manifestó que por esa ambición de acaparar la solidaridad es que Ortega no acepta colaboración ni apoyo de las organizaciones locales.

El universitario opinó que el régimen orteguista ve en la necesidad de la gente una oportunidad de ganar réditos políticos, aunque no tenga la capacidad para hacer solo todo el trabajo.

“Quieren mantener un supuesto monopolio de la solidaridad. Ellos creen que bloquear cualquier iniciativa que no provenga del gobierno les ayuda a mantener la narrativa política de que solo su gobierno se preocupa por la gente. Han utilizado el hambre y la desesperación de los nicaragüenses como moneda de cambio para ganar réditos políticos”, manifestó Jerez.

Actualmente el régimen de Ortega está bloqueando las acciones de las organizaciones civiles que quieren enviar víveres y medicamentos a los damnificados del huracán Eta en la Costa Caribe Norte del país. La Unidad Médica Nicaragüense (UMN) y la Diócesis de Bluefields denunciaron este miércoles la obstaculización de la Policía Orteguista (PO) en las instalaciones donde se pretende recibir la ayuda para los damnificados.

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Tamara Dávila, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) y una de las activistas civiles que denunció la obstaculización del régimen a la ayuda ciudadana enviada al Caribe, manifestó que estas acciones de centralización de parte del orteguismo tienen que ver con su ya conocida actitud mesiánica, de querer ser “los únicos que son capaces de ayudar en momentos de dificultad”.

“Es imposible en un país tan empobrecido que un gobierno no se auxilie de la sociedad civil, es absurdo. Las sociedades más modernas trabajan en conjunto con la sociedad civil para cualquier tipo de emergencia nacional. Es más, un país que tiene una sociedad civil activa es mucho más democrático, mucho más exitoso. Sin embargo, esa lógica no entra en la lógica del régimen, ellos quieren ser los mesiánicos, los únicos que aportan”, valoró Dávila.

Ortega tiene un historial de acciones para frenar la ayuda que nace voluntariamente de la ciudadanía o de organizaciones civiles, religiosas o civiles. En abril de 2020, cuando aumentaba el número de muertes de personas con síntomas de Covid-19, el régimen orteguista, a través del Ministerio de Salud (Minsa), prohibió la iniciativa de monseñor Rolando Álvarez y 15 médicos de Matagalpa, de instalar Centros de Prevención Médica para identificar enfermos y atenderlos en ese departamento del norte del país.

En octubre de 2019, la Policía Orteguista (PO) asedió las iglesias donde se estaban acopiando víveres, medicinas y alimentos para los presos políticos.

El 14 noviembre de 2019, la PO detuvo a 16 personas que llevaban agua y medicamentos a un grupo de personas que hacían huelga de hambre por la liberación de los presos políticos en la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya, además del asedio policial a este templo por acoger a los protestantes.

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Otro caso emblemático contra la solidaridad ocurrió en octubre 2015, cuando la Policía impidió que el Movimiento Campesino, encabezado en ese entonces por Francisca Ramírez, enviara unos 800 quintales de alimentos a municipios y comunidades del corredor seco de Nicaragua, que estaban sufriendo una grave seguía que los dejó sin alimento ni agua.
Un operativo de la policía retuvo los camiones con las verduras, arroz y frijoles.

Jerez dijo que perseguir y criminalizar la solidaridad y la ayuda humanitaria, “muestran su lado más inhumano” del régimen. “Evidencian que solo les importa el poder, no la vida ni sufrimiento de la gente. Estos son momentos de que todos pongamos la vida por encima del poder y las diferencias políticas”, manifestó el universitario.

Política Huracán Eta Nicaragua solidaridad

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