Los scouts compararon sus habilidades con las de Derek Jeter y los Rays de Tampa lo firmaron por casi un millón de dólares en 2011, pero ahora Brandon Martin, de 27 años, pasará de por vida en una prisión California, Estados Unidos, reportaron los principales medios norteamericanos.
Después de dos días deliberando, un jurado de la Corte Superior del Condado de Riverside sentenció este jueves a Martin a cadena perpetua sin libertad condicional —la fiscalía solicitó la pena de muerte— por asesinato en primer grado de su padre, Michael Martin, su tío Ricky Andersen y Barry Swanson en septiembre de 2015.
Los abogados defensores argumentaron que al exprospecto lo habían diagnosticado esquizofrenia paranoide en enero de 2013 y estaba sin recibir tratamiento. “No tiene ningún efecto. No ha mostrado ninguna reacción ante ningún testigo. Ya no es la misma persona”, refutó Edward Welbourn, uno de esos abogados, durante una transmisión en vivo de las declaraciones finales.
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Firmado por bono millonario
Los Rays seleccionaron a Martin de Corona Santiago High en la ronda 38 de la selección general en el draft de junio de 2011 y le dieron el bono por firmar de casi un millón de dólares. El hermano de Martin, Sean, testificó que el comportamiento de su hermano se volvió preocupante en los años siguientes. Después alquiló una mansión en Yorba Linda, Californa, donde empezó a alucinar y creer que los parientes que no estaban presentes, incluso los muertos, le hablaban. “Fue una bomba de tiempo”, sostuvo Sean Martin.
Después el comportamiento de Martin se volvió violento, golpeó a su padre en silla de ruedas en la cara, asfixió a su madre y la amenazó con unas tijeras. “No sabías lo que iba a pasar. Cerramos nuestras puertas. Lo oíamos gritar. Lo escuchamos discutir. Pero no había nadie. Al día siguiente, veíamos golpes en las paredes de su dormitorio”, testificó su madre, Melody.
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Kevin Beecham, uno de los fiscales, culpó a Martin, no a una enfermedad mental. “Hay que recordar que estas son las decisiones que tomó Brandon. Eligió firmar un contrato de 860,000 dólares, alquilar una mansión, consumir drogas, festejar sin cesar, negarse a escuchar a su familia”, dijo Beecham durante su declaración final.
Perdió la cabeza
Los fiscales describieron el comportamiento del exprospecto como impulsado por el consumo de drogas y un ex compañero de cuarto de Martin, declaró que fumaban marihuana juntos además de consumir cocaína. Alan Abrams, un psiquiatra que revisó el historial médico de Martin para la defensa, testificó que consumía marihuana con regularidad, pero lo hacía solo en un par de ocasiones con cocaína, LSD y hongos.
El médico sostuvo que Martin tiene “un caso muy severo de esquizofrenia” y que duda que el uso de drogas “haya jugado un papel importante en la gravedad de la enfermedad o en el crimen”. Robert Solomon, un psicólogo que se reunió con Martin tres veces en persona en las semanas previas a los asesinatos, testificó que nunca vio signos de esquizofrenia paranoide o condiciones similares.
A principios de 2015, los Rays habían dejado fuera de sus filas a Martin, quien había sido puesto en espera de salud mental en Riverside dos días antes de los asesinatos. Su familia estaba instalando un sistema de seguridad el día de la tragedia para protegerlos.