A mi madre María del Socorro E. B.
Eliécer Meneses
10:00 p.m.
Sé que a esta hora duermes
y que mañana despertarás un día más vieja
que hasta en los sueños
evocas el cargarme
en tus brazos, mi cuna
y recostarme a tus pechos
mi almohada.
Estoy seguro que todos los días
perturbo tus noches
que soy el causante
de tus canas repentinas
no miento si digo que me llamas
y no te das cuenta.
Imagino que estarás con tu camisón negro
herido de pequeños huecos
ése que deja entre ver el borde de tus pechos
los mismos que me amamantaron
y pienso que no descansarás tranquila
pensando lo que traerá el día siguiente
porque te conozco.
escucho tu ronquido en la distancia
y lo extraño
mas no quiero despertarte con la mente.
Duerme, que la noche es toda tuya
y entre poco se marcha
descansa,
mientras yo te veo desde aquí
en tu cama dura.
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