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María Esthela Calderón Chévez, organizadora de los simposios internacionales dedicados a Rubén Darío.LA PRENSA/ A.AGÜERO.

Darío vigente y grande

De niña María Esthela Calderón encontró la magia de la poesía de la pluma de Rubén Darío, poeta al que reconoció de inmediato como su maestro; hoy conduce los Simposios Internacionales dedicados en su nombre y comenta la importancia de los mismos.

Por Marta Leonor González

De niña María Esthela Calderón encontró la magia de la poesía de la pluma de Rubén Darío, poeta al que reconoció de inmediato como su maestro; hoy conduce los Simposios Internacionales dedicados en su nombre y comenta la importancia de los mismos.

María Esthela Calderón Chévez recrea su vida en la poesía.

Ésta llegó de la mano de Darío. Su primer acercamiento con la lírica fue en la primaria con el poema A Margarita Debayle.

Luego vinieron los años ochenta y encontró en ellos un eco con la apertura cultural de la revolución.
Luego su amistad con el doctor Edgardo Buitrago hizo crecer esa devoción por el autor de Azul, su interés creció y ya en secundaria recuerda que su trabajo monográfico de fin de curso fue sobre La dramática vida de Rubén Darío, del profesor Edelberto Torres y que ella considera “el libro-Biblia sobre Darío”.

Han pasado muchos años desde que la joven entusiasta inició su lectura dariana. Hace nueve años funge como coordinadora técnica de los Simposios Rubén Darío que cada año tienen lugar en la ciudad de León, eventos que han servido para dar a conocer al mundo más sobre la vida y obra del poeta Rubén Darío.

Deja Calderón Chévez unos momentos para responder entre el ajetreo de los días en que se realiza el noveno simposio que reúne a especialistas internacionales y da algunas pistas de cómo Darío es una fuente de inagotable conocimiento.

¿Qué han representado estos nueve años organizando estos simposios en homenaje a Rubén Darío?

Creo que lo más importante de estos nueve años como coordinadora técnica es descubrir el encasillamiento en tres poemas y dos cuentos que se ha tenido a Darío en Nicaragua. Es descubrir también todo lo que se tiene que luchar para conseguir apoyo a la realización de los mismos. Es triste pero a doña Manuela Sacasa y a mí nos dijeron cuando queríamos hacer el primero que éramos un par de locas, así nos llamaron los considerados grandes intelectuales de este país. Hay algunos que se creen dueños del poeta.

Cuando organiza y dirige estas cátedras sobre el poeta, ¿cuál es su mayor anhelo?

Dar a conocer a un Rubén Darío en sus diferentes facetas. Los expositores entregan por medio de sus investigaciones a un Rubén Darío actual, un Rubén Darío con una vigencia cada vez más fuerte y cada vez más accesible.

¿Considera que la obra de Rubén Darío debe ser llevada con más sencillez a los colegios?

A los colegios debe ser llevada no para memorizar poemas, sino para entender la grandeza de su obra. Empezando por los maestros, estos simposios ayudan mucho a saber cómo enseñar la obra de Darío a los más jóvenes, ya que también se imparten talleres de manera gratuita. Incluso hay una guía didáctica hecha por la UNAN-León y catedráticos de la universidad española de Alcalá de Henares. Eso salió en el 2009, no sé si al fin se han hecho otros talleres con profesores.

¿Por qué no se conoce la poesía de Darío y la gente está cada vez ajena a conocerlo? ¿Qué factores influyen?

Afirmar categóricamente que no se conoce la poesía de Darío sería errado. Creo que más bien existe un afán de estudiar los mismos poemas y ya. En septiembre, por ejemplo, el poema Caupolicán. Influye mucho la manera como se esté abordando en el programa educativo del Ministerio de Educación y también la importancia que le estén dando los maestros para enseñarlo a sus alumnos.

¿Qué lecciones nos puede facilitar Darío en este mundo moderno para comprenderlo?

Su propia vida es una lección de superación, de lucha contra personas y contra sistemas para poder dar a conocer la grandeza de su poesía, al punto que es el poeta que revitaliza la lengua castellana. Él, con su forma de expresarse y escribir, creó un nuevo movimiento literario, el Modernismo. Hasta la fecha no ha nacido otro tan revolucionario, tan creativo y tan musical que lo supere.

¿Cuál es la mirada que debemos darle a su poesía y a su vida?

Como nicaragüenses debemos preocuparnos más por conocerlo desde la mirada del compatriota más cosmopolita que ha nacido en nuestra tierra y aprender de él toda la inmensidad que nos describió con sus poemas, cuentos, ensayos y además sus crónicas. Es realmente justo y necesario. Todos los jóvenes que quieren incursionar en el laberinto de la literatura tienen que irse al encuentro de los grandes y nuestro Rubén es el más grande.

Darío y los jóvenes

¿Los simposios han servido para promover la creación entre las nuevas generaciones, a través de talleres y recitales? ¿Cómo ven los jóvenes poetas a Rubén Darío? ¿Cuál es su percepción?

Lo mejor de estos simposios es la cantidad de jóvenes que pertenecen a diferentes grupos literarios del área centroamericana que se inscriben y participan dando a conocer su poesía, presentando sus libros en los espacios destinados para ese fin durante los cinco días de actividades.

En este IX simposio tuvimos además de las mesas de expositores de académicos de diferentes universidades, que son estudiosos e investigadores de la vida y obra de Rubén, también tendremos una mesa de expositores jóvenes. Es decir que en esta nueva edición del simposio ya veremos a los jóvenes como relevo generacional por el interés en el poeta. Entre estas nuevas voces habrá dos norteamericanas, un salvadoreño, una salvadoreña y una nicaragüense.

La creadora


¿En qué medida el conocimiento de la obra del poeta la ha hecho crecer como creadora?

He aprendido del maestro a no cansarme en buscar la forma y estilo en lo que hago. He aprendido a luchar aún en contra de muchos terratenientes literarios que hay aquí. Pero sobre todo, he aprendido que lo más importante es mantener invariable el sentimiento en lo que se cree.

¿En su poesía etnobotánica ha retomado algunas ideas sobre la naturaleza y el hombre que han sido abordados por Pablo Antonio Cuadra y Rubén Darío?

Así es, creo que son temas inagotables que nos regresan inevitablemente al inicio de todo. Por una parte lo vegetal y por otra parte los pueblos originarios. Los dos crecen paralelamente, pero uno de los dos cruza el camino del otro, olvidando el respeto y el agradecimiento. Ése es el hombre actual. La humanidad de un tiempo para acá cruza de manera desmedida el camino del otro, que es quien le ha dado todo. Así somos.

Los maestros

¿Qué escritores han moldeado su perfil de poetas? ¿Podría mencionar influencias, lecturas, vivencias?

Por supuesto que Darío y PAC son lecturas recurrentes e interminables y son parte de esa influencia que mencionaba antes. Es hermoso releer el poema de PAC Poema del momento extranjero en la selva y la manera cómo describe un asunto político desde el punto de vista botánico. También Metamorfosis de Ovidio y el clásico Mitología de las plantas de Angelo de Gubernatis.

Me conmueve mucho el libro del poeta español contemporáneo Jorge Riechmann Ética ecológica, que propone entre otras cosas un manifiesto por la vida, y mi libro-compañía Salvo el crepúsculo, de Julio Cortázar.

Mis vivencias van ligadas en primer lugar a mi madre Estela Chévez, una biblioteca viviente del conocimiento natural. He conocido también a muchas personas que me saciaron la necesidad de querer saber, entre ellas don José Jirón Terán (q.e.p.d.), Rosario Fiallos de Aguilar y don Edgardo Buitrago (q.e.p.d.).

¿Tiene algunos proyectos relacionados con el tema de la naturaleza en su escritura, cuentos o alguna novela por venir?

Estoy aprovechando mi estancia en Madrid para trabajar en dos nuevos libros, uno ya casi finalizado, siempre con la temática de poemas etnobotánicos, y otra novela que ya va conociendo algunos rayitos de luz.

Creaciones literarias

María Esthela Calderón Chévez. Nació el 31 de julio de 1970 en León. Graduada en Licenciatura en Comercio Internacional. Recibió un curso de Literatura Hispanoamericana Contemporánea en la Universidad Alcalá de Henares, Campus Guadalajara, España.

En el 2001 ganó el primer lugar de los centenarios Juegos Florales Centroamericanos, Belice y Panamá con sede en la ciudad de León, Nicaragua, en la rama de poesía, siendo la primera mujer nicaragüense en obtenerlo.

Entre sus libros destacan: Soledad (Managua, Nic.: Fondo Editorial CIRA, 2002); Amor y Conciencia (León, Nic.: UNAN, 2004); 8 caras de una moneda (novela) (León, Nic.: UNAN 2006); Soplo de corriente vital, poemas etnobotánicos (Managua: 400 Elefantes, 2008); Cultura y costumbres de Nicaragua. Coautoría de Esthela Calderón y Steven White. (EE.UU., 2008, edición en inglés).

Ha sido miembro de la junta directiva de la Asociación de Escritoras de Nicaragua (Anide), del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica (INCH) y de la Asociación Amigos del Teatro.

Actualmente dirige la Promotora Cultural Leonesa, entidad dedicada a la difusión, estudio y búsqueda de talentos literarios. Asimismo, es miembro del Comité Ejecutivo de los Simposios Internacionales Rubén Darío, que se realizan año con año, en el mes de enero, en la ciudad de León. Además es coordinadora de Rondas Culturales del Teatro Municipal José de la Cruz Mena, de la ciudad de León.

La Prensa Literaria

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