María Melba Calero
Imagínate estar horas en una computadora ingresando información a una base de datos, o estar bordando una manta o ensayando con tu guitarra para un concierto de la próxima semana. Estas y diversas actividades que nos parecen simples pueden generar el padecimiento del síndrome del túnel del carpo.
Es una afección donde existe la presión excesiva sobre el nervio mediano, que es el encargado de transmitir la sensibilidad y el movimiento a partes de la mano.
El doctor Noel López, ortopedista del Hospital Vivian Pellas, explica que en la mano poseemos tres nervios: el cubital, el mediano y el radial, los cuales se unen y trabajan entre sí. Estos nervios llevan la información sensitiva y motora, de tal forma que el síndrome aparece cuando el nervio mediano se comprime.
El área de la muñeca por donde el nervio ingresa a la mano se llama túnel carpiano. Este normalmente es estrecho, de manera que cualquier inflamación puede comprimir el nervio y causar dolor. La compresión es un proceso multifactorial, ya que influye la genética, es decir, el tamaño de la estructura anatómica por donde pasan los tendones flexores y el nervio mediano.
“Si una persona tiene pequeña esta área de la muñeca, que es la cavidad donde el nervio pasa, entonces estará más susceptible a padecer de este síndrome”, afirma López.
De igual forma, realizar trabajos repetitivos con la mano y en una sola posición sin darse tiempo para descansar y dormir con las manos empuñadas y enrolladas son otras de las causas más frecuentes para que el síndrome se desarrolle. También pueden afectar los altos niveles de estrés. Aunque no es una causa directa, el ortopedista asegura que las personas tendrán posiciones más tensas en cualquier momento del día,
Síntomas
Entre los más frecuentes se encuentran el entumecimiento y hormigueo en los dedos, pérdida de fuerza en la mano y dolor en la muñeca.
El especialista aconseja que si observa esos síntomas se realice un estudio para valorar la función del nervio denominado electromiografía, encargada de medir cómo se encuentra el nervio y cómo está funcionando.
Una vez detectado, el especialista valora qué tanto se encuentra tensionado el nervio. Si el daño es severo, lo mejor es liberar el nervio.
“La cirugía del túnel del carpo consiste en liberar el retináculo palmar y al hacerlo se aumenta el espacio, permitiendo que este se empiece a oxigenar mejor”, explica López.
Luego de la cirugía, la rehabilitación no es prolongada. Al paciente se le indica realizar actividades, no a mantener inmóvil la mano, ya que esta debe volver lo más pronto posible a su función normal.
A la semana de haber sido intervenido quirúrgicamente, el paciente debe abrir la mano constantemente, vestirse y comer sin ayuda. La única excepción radica en levantar y mover objetos como muebles o recipientes pesados.
Sin embargo, cuando el túnel del carpo tiene mucho tiempo de estar comprimido y la persona no acude a un especialista, puede atrofiarse el nervio con el consiguiente daño a la masa muscular y la pérdida de la capacidad de la mano para ejercer completamente su función.
“Hay un momento en que el paciente entra en remisión y ya no hay molestias ni dolor, pero esto se da porque el nervio está dañado, ya no transmite sensibilidad alguna”, afirma López.
Masajes
En la mayoría de los casos se puede prevenir la operación del túnel del carpo, siempre y cuando este síndrome sea detectado antes de desarrollarse completamente.
El especialista recomienda que la persona se realice masajes suaves en la muñeca cada vez que sienta que le empieza a doler por estar en constante movimiento. El masaje debe empezar en la muñeca y terminar en la cara palmar de la mano. Este además de solventar el dolor en la mano, permitirá que exista una buena circulación.
Ver en la versión impresa las paginas: 9