GERALDINA GONZÁLEZ C.
Al momento de iniciar una relación de pareja, asumimos el compromiso de respetar a esa persona por quien es y lo que hace, y de alguna manera la idea es mantener ese convenio por el mayor tiempo posible, siendo sinceros, leales y honestos entre sí.
Sin embargo, existen acciones que una de las partes involucradas puede realizar que signifiquen una falta al compromiso previamente establecido. Estas acciones son las que comúnmente conocemos como infidelidad.
De acuerdo con la psicóloga Natalia Salgado, la infidelidad consiste en traicionar de manera emocional o sexual a la pareja. Sin embargo, este término puede tener diferentes connotaciones que estarán determinadas por la formación que cada persona tenga, o la influencia cultural y social.
Dependiendo de la convivencia en el núcleo familiar, hay ciertas costumbres que pueden influir al momento de considerar una infidelidad, explica la psicóloga, pues “te pueden decir que tu pareja estaba tomado de la mano con su prima, y hay familias donde esas manifestaciones de afecto son comunes, aceptables y no tienen una connotación sexual, sin embargo para otras familias la distancia física es requerida. Eso también influye en lo que vos opinés”, señala Salgado.
Posteriormente, las vivencias y el conocimiento adquirido nos van ayudando a formar el concepto que nos permite definir qué puede considerarse como infidelidad.
Según la psicóloga, una de las principales causas de la infidelidad es la falta de un esclarecimiento previo sobre lo que cada uno entiende por infidelidad.
“Generalmente en la pareja estas cosas no se hablan, se sobreentienden, sin embargo la idea que yo tengo sobre infidelidad puede ser distinta a la que tiene mi pareja, y hasta que ocurren ciertos eventos las cosas se comienzan a tensionar o a acomodar, en dependencia de cómo la pareja lo vaya manejando”, sostiene Salgado.
¿HOMBRES Y MUJERES POR IGUAL?
Debido a la concepción cultural y la formación de género, para los hombres la infidelidad está directamente relacionada con un asunto de contacto físico sexual, afirma Salgado, por lo que otros detalles como el compartir tiempo con una persona que no sea su pareja puede tomarse como algo normal.
No obstante, para las mujeres la infidelidad está relacionada con la parte emocional, es decir, el nivel de intimidad que se tenga con otra persona que no sea su pareja. “La intimidad puede ser contarle cosas de confianza, compartir tu vida y tu tiempo, llevar a la persona a la casa, no tanto un tema sexual”.
Con el auge de la tecnología en nuestros días, la inclusión de las redes sociales virtuales como parte de nuestras vidas también se suma a las posibles causas de una infidelidad, ya que se invierte tiempo y emociones en otra persona, lo que puede hacernos sospechar de una posible infidelidad.
La psicóloga Natalia Salgado agrega que no se puede establecer edad, género ni cultura donde se pueda afirmar que los hombres o las mujeres son más infieles, ya que eso depende del concepto que cada persona tenga sobre este tipo de situaciones.
INFIDELIDAD Y AUTOESTIMA
Enterarnos de que la persona con quien compartimos nuestra vida y en quien depositamos toda la confianza y los sentimientos que aguarda nuestro corazón traiciona nuestra confianza es uno de los golpes más fuertes que podemos recibir, uno de esos que aunque no deja marcas a nivel físico cala profundamente en nuestro ser.
La psicóloga explica que al momento de descubrir la infidelidad el primer sentimiento que se manifiesta en nuestro interior es el de la humillación, pues la persona que habíamos escogido para crear una historia juntos ha preferido estar con otra persona.
Ese sentimiento de humillación puede provocar diferentes reacciones, que generalmente están relacionadas con la ira hacia la persona que cometió la traición y hacia uno mismo.
“En ese momento empiezan una serie de conductas contra uno mismo, como el abusar de sustancias legales o ilegales, aislarse de los demás, desconfiar y generalizar utilizando frases como ‘no sirven los hombres’, y se va perdiendo la confianza tanto en sí mismo como en el hecho de establecer relaciones íntimas con los demás”, detalla Salgado.
¿UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD?
Restablecer o recuperar la confianza puede ser posible, si ambos así lo desean. Para lograrlo la pareja debe pasar por un proceso terapéutico que inicia con el perdón, comparte la psicóloga.
Con el perdón lo que se pretende es poder continuar con nuestra vida aceptando lo que sucedió. “El perdón implica aceptar lo que ocurrió, reflexionar sobre ello y empezar a ver a la persona que cometió la traición con ojos distintos, incluso en la terapia se recomienda empezar a ver a la persona con amor de ser humano, porque el primer sentimiento que te puede surgir cuando tenés ira contra la persona es hacerle daño o desquitarte, que son conductas que pueden resultar autodestructivas”, expone la especialista.
En el proceso de revisión y perdón la persona que sufrió la infidelidad empieza a trabajar en sí misma, y una vez que está tranquila y las emociones que afloraron como el sentimiento de humillación, la ira o la violencia ya están controladas, puede empezar a ver hacia adelante.
En la primera fase del proceso no es recomendable revisar las causas de la infidelidad, sostiene la psicóloga, porque comúnmente surgen preguntas como por qué sucedió o qué hizo mal la persona para que la pareja fuese infiel, generando un sentimiento de culpa.
Ya en la siguiente fase del proceso es cuando comienza la revisión con la otra persona para determinar si continuarán o no con la relación.
“Las estadísticas señalan que más o menos un 35 por ciento de las parejas que han sufrido infidelidades tienen probabilidades de reconstruir la relación, y hay un alto porcentaje de ellos que lo hace sin ayuda terapéutica”, puntualiza Salgado.
Si van a continuar es responsabilidad de la pareja definir las reglas del juego, porque eso va a ayudar a que la pareja recupere la confianza mutuamente.
“Si el conflicto se evade o se omite se convierte en la incubación de un problema mayor. Si hay una situación como la infidelidad la pareja tiene que buscar la manera de revisarse y reajustar las cosas si deciden seguir juntos, y comprometerse para seguir adelante”, concluye Salgado.