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Cartas al Director

Hace unos meses cayeron 12.6 cm de agua de lluvia que causaron algunos estragos en nuestra Managua.

Importancia del vital líquido

Hace unos meses cayeron 12.6 cm de agua de lluvia que causaron algunos estragos en nuestra Managua.

Pero, resulta que el daño no fue en realidad causado por la lluvia, sino por otros factores menos visibles, la falta de educación de la población y de apropiadas políticas públicas. Así es. El hecho que nos caiga agua del cielo, absolutamente gratis, no es ninguna calamidad, es una bendición. No es culpa del cielo que nosotros no sepamos qué hacer con ese regalo, es culpa nuestra.

Veamos por qué: en un metro cúbico caben mil litros de agua o de cualquier otro líquido, para tal efecto.

Esos 12.6 cm de lluvia equivalen a 126 litros de agua por cada metro cuadrado de su techo y patio. Si tiene una casa de cien metros cuadrados de techo, entonces le cayeron 12,600 litros de agua en esa lluvia, o 12.6 metros cúbicos del vital líquido. Ahora, vaya a ver su recibo de Enacal. Si usted consume en promedio dos o tres metros cúbicos de agua al mes, en pocas horas le cayó lo que usted y su familia consumen en cuatro o seis meses.

Ahora veamos otros factores más interesantes: las zonas francas y los parques industriales.

Una nave industrial de zona franca o parque industrial tiene en promedio unos 2,000 metros cuadrados de techos (las hay hasta de 6,000 metros cuadrados y más). Esos mismos 12.6 cm de agua de lluvia equivalen a unos 252,000 litros o 252 metros cúbicos. Esa es agua suficiente para cubrir todas las necesidades de esa nave industrial en sus procesos productivos, para los baños de todo su personal, servicio de cocina y hasta para lavar los carros de los gerentes y directores todos los días por todo un mes y aún así sobraría agua; todo eso producido por una lluvia de unas pocas horas.

Lo que hace falta para mitigar los problemas de inundaciones de Managua, y otras ciudades, es educación de la población, voluntad comunitaria y políticas públicas adecuadas. El Estado debería condicionar los permisos de nuevos parques industriales y zonas francas a presentar un Sistema de recolección y utilización de agua de lluvia. Y los inversionistas no deben verlo como una imposición sin sentido, sino como una necesidad real y hasta sacar provecho económico de esta condicionante. El agua es absolutamente vital para el hombre, lo que el petróleo nunca será. Podemos vivir sin petróleo, y algún día lo haremos, pero no podremos, jamás, vivir sin agua.

Como arquitecto, es mi deber convencer al cliente que un sistema de recolección de agua de lluvia no es un lujo, o algo con que presumir a los amigos; es una necesidad real y debe ser visto como una inversión, no como un gasto.

Nos quejamos del problema de inundaciones en nuestras ciudades cuando tenemos lluvias copiosas. Pero, no tenemos ni idea de lo que es tener un verdadero problema… que no caiga ni una gota de lluvia en años o décadas. Ese sí es un problema serio. Y, sin ser pesimista, nos estamos acercando cada día más a ese escenario.

Juan Carlos Ríos

Encuestas no confiables

Recientemente una encuestadora dio a conocer los resultados de una encuesta en la cual expresan que el 83 por ciento de los nicaragüenses son felices o sea que de 100 nicaragüenses 83 son felices. Estas encuestadoras han perdido la seriedad y el respeto, pues las mismas han dicho en otras encuestas que Daniel Ortega Saavedra tiene un respaldo popular de más del sesenta por ciento, si es así por qué Daniel no da elecciones libres y transparentes, por qué no cambia a los magistrados del Consejo Supremo Electoral, por qué se le niegan las cédulas a los ciudadanos que no opinan igual que su partido, por qué no ha permitido una observación nacional e internacional en los procesos electorales… y ahora salen con esta descabellada encuesta.

Me imagino que esta encuesta la realizaron en la casa presidencial de la familia Ortega Murillo, ahí sí le creo que más del 83 por ciento de los que viven y trabajan ahí son felices, pero los miles y miles de nicaragüenses, entre ellos miles de sandinistas que viven en la pobreza y en el desempleo ¿cómo pueden estar felices?

Desde ahí que estas empresas encuestadoras han perdido la seriedad y el respeto, ni en las naciones desarrolladas como Estados Unidos y Europa el 83 por ciento de su población vive feliz. Solo en nuestra sufrida Nicaragua se le ocurre a las empresas encuestadoras decir eso.

Máximo M. Castillo

Mala calidad en la educación

En ediciones distintas de El Nuevo Diario leí sendos artículos del señor Miguel de Castilla, en una época ministro de Educación Pública del actual Gobierno, a quien tuve el gusto de conocer personalmente en los funerales de mi tío, monseñor Guillermo Quintanilla.

En estos artículos el señor De Castilla expresa su rechazo al sistema de educación de los 16 años anteriores al del actual gobierno sandinista; lo que él llama “el calvario neoliberal”; ya sea porque cobraban una contribución voluntaria a los padres de familia o porque, según él, hacían negocio en las escuelas con este cobro, o vendiendo golosinas y chucherías a los estudiantes en las “pulperías escolares”.

Según él, hoy todo es una maravilla con la merienda escolar, la gratuidad en la educación y el gran apoyo que significa para los padres más pobres no tener que pagar nada para que sus hijos vayan a la escuela. No se refiere en sus escritos al fracaso de los estudiantes en los exámenes de ingreso en las universidades, donde queda manifiesta la mala calidad de la educación que reciben nuestros niños, cosa que no parece ser importante para el señor De Castilla.

Se le olvida que fue en esos 16 años de “escarnio” que se alcanzó la paz y que fueron estos gobiernos “neoliberales” los que propusieron una verdadera política de institucionalidad y reconciliación nacional, el Estado de Derecho y el regreso de nuestro país a la línea ascendente de la historia; y no parece saber que los países más prósperos del mundo son justamente aquellos que han abrazado la doctrina liberal como sustento en la conducción de sus destinos.

De no ser así, es probable que todavía nuestros niños y jóvenes estuvieran contando rifles y milicianos en las escuelas y aprobando los grados y semestres cortando café, algodón y caña de azúcar, como en los años ochenta. Lo más triste de todo es que cualquier estudiante que se encuentre en la actualidad en la escuela, desde primer grado hasta tercer año de secundaria, ha estudiado dentro del modelo que él tanto aplaude; “en el actual periodo revolucionario”; y que basta darse una vuelta por los centros escolares para enterarse de la ignorancia de estos alumnos a los que este Gobierno les ha regalado la educación.

Yo reto públicamente al señor De Castilla a que vaya a cualquier escuela pública y examine a estos estudiantes; entonces se dará cuenta de que el modelo que él defiende con tanta vehemencia no ha hecho más que dejar a nuestros niños y adolescentes en la oscuridad; que les pregunte sobre Historia, Geografía o Español, y bastará con eso para darse cuenta de que la educación en la Nicaragua actual es un fracaso total. Como decíamos antes: “No saben ni la O por lo redondo”.

Álvaro Quintanilla Martínez

Mujeres taxistas en Matagalpa

Como algo muy novedoso entre la población de la norteña ciudad Matagalpa es poder observar a mujeres taxeando; ya que tradicionalmente han sido varones los que manejan sus diferentes unidades de taxis en esta cabecera departamental.

Ante el desempleo que muchas mujeres viven, han optado las mismas por hacer menesteres que solamente los hacían antes los del sexo opuesto, como parte de la diversidad que cada día es mayor en los diferentes del mundo.

Salvador Pérez González

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