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Venezuela vende parte de deuda petrolera El Nuevo Herald de Miami publicó el pasado 01-12-14 una noticia que refleja la situación económica y financiera que padece Venezuela. Los chavistas deben estar preocupados, su revolución se cae a pedazos, el título del artículo nadie lo podría haber pronosticado jamás: “Venezuela vende con descuento parte de su […]

Venezuela vende parte de deuda petrolera

El Nuevo Herald de Miami publicó el pasado 01-12-14 una noticia que refleja la situación económica y financiera que padece Venezuela. Los chavistas deben estar preocupados, su revolución se cae a pedazos, el título del artículo nadie lo podría haber pronosticado jamás: “Venezuela vende con descuento parte de su deuda petrolera a Goldman Sachs”.

Extasiados de poder, comprando conciencias por doquier en el Caribe y América del Sur durante más de 14 años a cambio de votos en organizaciones internacionales, aquel gobierno chavista que empezó el difunto Hugo Chávez está por desmoronarse, recibieron más de un millón de millones (o sea un billón) de dólares en petróleo, no ahorraron en la bonanza como lo hicieron los otros países productores de ese producto y el resultado está a la vista.

El periódico estadounidense nos informó que el Gobierno de Venezuela se ha visto obligado a vender parte de sus facturas petroleras y nos explica que “acorralado por los problemas de liquidez, el régimen de Nicolás Maduro vendió al banco estadounidense de inversiones Goldman Sachs obligaciones por más de 4,000 millones de dólares que República Dominicana le adeudaba a Venezuela por el crudo suministrado a través de Petrocaribe, recibiendo a cambio solo el 41 por ciento del valor total de la deuda, dijeron fuentes cercanas a la operación”.

La nota periodística señala también que “la transacción involucraría una ganancia de 59 por ciento para Goldman Sachs, equivalentes a 2,360 millones de dólares, a cambio del pago de 1,750 millones de dólares que otorgaría a Venezuela por las obligaciones que en agosto de este año sumaban cerca de 4,090 millones de dólares”.

Y según las fuentes que declararon bajo condición de anonimato, “Goldman Sachs sostiene conversaciones con el gobierno venezolano para comprar la deuda petrolera que Jamaica mantiene con la nación sudamericana”.

El exembajador de Venezuela en la ONU, Diego Arria, afirmó que “el escenario luce tan difícil para el líder bolivariano que muy probablemente tratará de salir a vender toda la factura petrolera”. Y agregó “están raspando la olla”, dijo desde Nueva York el diplomático, quien mantiene estrechos vínculos con el sector financiero internacional.

Y como bien lo lamenta y explica Arria en la misma nota: “Un proceso que involucra grandes pérdidas para la nación sudamericana, que ya de por sí había suministrado el crudo a Jamaica y República Dominicana con grandes descuentos, como parte de sus operaciones de la llamada petrodiplomacia”.

¿Qué pasará con todos estos países que se han beneficiado por la petrodiplomacia? Si por la víspera se saca el día, lo único que podemos pensar es que difícilmente se beneficiarían de nuevo con estos programas, la situación en Venezuela como se sabe es insostenible. Los precios del barril del petróleo están actualmente por debajo de los 70 dólares con tendencia a la baja.

Carlos Vílchez Navamuel

Democracia suiza

El año pasado, entre el 15 y el 18 de agosto, se realizó en la bella ciudad de Baden, cantón de Argovia, cerca de la ciudad más grande de Suiza que es Zúrich, el 92 Foro de los suizos viviendo en un país extranjero.

De aquella reunión en cual participé por mi condición de suizo viviendo en Nicaragua, quiero rescatar el punto tan importante de hacer que todos los suizos en el extranjero voten, en un futuro que no sea lejano, solo por medio del correo electrónico y no por correo ordinario, como es la costumbre hasta ahora.

Acerca de esto ya se han hecho pruebas de ensayo en Zúrich, Ginebra y Basilea. Pero en la mencionada reunión se nos dijo que el voto por correo “normal” se mantendrá al menos por unos tres años más. En Suiza, donde funciona el sistema político de democracia directa, se vota hasta cuatro veces por año, en los referendos.

El 30 del recién pasado mes de noviembre de 2014, votamos en toda Suiza (la Confederación Helvética), primero una iniciativa llamada “Fin de los privilegios de impuestos para millonarios”; segundo, “Fin con la superpoblación guardando las bases naturales de vida”; y tercero, “Salvar la reserva suiza de oro”.

En el pasado el franco suizo debía ser respaldado siempre por su equivalente en barras de oro en el Banco Central del país.

Votamos ciudadanos suizos viviendo en Argentina, Australia, Bolivia, Costa Rica, Finlandia, Gran Bretaña, Turquía, Malasia, Venezuela, Israel, Canadá, Liechstenstein, México, Mónaco, Estados Unidos, Islas Seychelles, Rusia, Arabia Saudita y Nicaragua, en este caso yo como único representante quien viajé cubriendo mis propios gastos.

Me parece importante compartir estas experiencias que demuestran la vitalidad y el desarrollo de la democracia en un país avanzado como es Suiza.

Werner Horbaty

Víctima de “operadores de justicia”

La noche del 13 de noviembre me decía un policía que se debe estar preparado porque “todo” puede suceder. Y tenía razón. Sufría prisión preventiva por abuso de “operadores de justicia” en Boaco. Fui mancillado, humillado, sometido al escarnio de ser llevado por las calles esposado soportando gritos y humillantes calificativos mientras periodistas filmaban. Todo por un importante desfalco que sufrió nuestro negocio ubicado en Boaco, ciudad que escogimos para invertir y generar trabajo.

Acusamos por hurto con abuso de confianza previa auditoría realizada por reconocidas profesionales y certificaciones de violaciones y alteraciones en el software y cámaras de seguridad del local. Pero las responsables manipularon leyes presentando denuncias al Mitrab y Comisaría de la Mujer (Ley 779). Y la justicia se torció, convirtiendo víctimas en victimarios, siendo yo el pararrayos de esa repugnante maquinación.

Quien me acusaba no pudo demostrar nada ante la Comisaría y su demanda quedó sin efecto. Pero su “diligente” abogado denunció de manera autónoma ante los Juzgados sin más prueba que falso testimonio. De ahí en más todo fue “muerte anunciada” y logró lo ofrecido: “…lo dejaremos preso…” interpretado por mi abogado como jactancia por ausencia de pruebas. No sospechó que todo estaba preparado, como constaté al escuchar al “juez” y luego a reos de la cárcel que esperaban para hostigarme, según algunos me contaron: mi integridad física tenía precio.

Engrosé las estadísticas por abusos de quienes manipulan leyes sacando ventaja. Sin embargo, no estoy contra la Ley, sino contra quienes la tuercen y pisotean la honorabilidad y dignidad con desprecio sin tomar en cuenta que es de generaciones labrarse una buena reputación, algo tan valioso que llega a ser patrimonial. Probablemente no tienen la dicha de contar con una y no entienden su valía.

Finalmente, gracias a Dios, todo concluyó. Se desestimó la causa y aceptamos su solicitud de perdón a cambio de retractarse y limpiar mi nombre y otras exigencias. Lograron atemorizarme demostrando que “todo” podía suceder. Porque siendo yo inocente de tal infamia y contando con la solidaridad de personas honorables que me ayudaron —lo cual agradezco públicamente y de todo corazón—, no quise correr riesgo alguno. Aunque en el poder judicial hay funcionarios correctos y honestos, habían artimañas que podían utilizar quienes me habían hecho blanco de sus insidias.

A Dios dejo la justicia porque también pagó por estas personas, al final: “Todo viene a bien para los que ama el Señor”. Terrible vivencia, pero sentí solidaridad ante la injusticia y el ultraje, demostración del amor en los momentos duros, la familia como bien más precioso y que en la cárcel también hay buenos sentimientos y algunas víctimas sin recursos para hacer valer la verdad.

Cumplí al Señor: perdoné a quienes me hicieron daño, todo lo dejo en sus manos, sabrá qué hacer. Pero creo mi deber divulgarlo públicamente, por mi conciencia, por mi honor y por mi dignidad y esperando sea un grito de alerta ante abusos que otros nunca tendrán oportunidad de expresar.

Silvestre Blandón Astorga

Cartas al Director democracia

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