Judith Flores/Miami
Los poderes del Estado y las fuerzas armadas en manos del inconstitucional presidente Daniel Ortega, y su constante desprecio a la Constitución y las leyes, no ofrecen condiciones para el ejercicio justo en las elecciones presidenciales de 2016, es la valoración del exalcalde de Nueva Guinea, Denis Obando, que asegura que el rumbo al que Ortega lleva el país, es la radicalización de la dictadura que viene instaurando.
A su juicio, el factor que favorece a la dictadura es la oposición fragmentada, desmoralizada y con actitudes ambiguas, sin embargo elogió el esfuerzo de algunas agrupaciones que trabajan en construir un nuevo bloque opositor.
Obando se encuentra en Miami, a la espera de una solicitud de asilo político que realizó al Gobierno de Estados Unidos, ante las reiteradas amenazas de muerte que recibió de fanáticos orteguistas en su municipio, tras haber sido despojado de su victoria electoral.
El exedil denunció con actas en mano, un fraude perpetrado por el partido de gobierno en Nueva Guinea, una situación que generó protestas de la población y que fueron aplastadas con represión y abusos deshonestos contra manifestantes por parte de la Policía.
Nunca imaginó que tendría que salir de su municipio, menos de su país, pero a ocho meses de su salida dice que fue la decisión más adecuada por su seguridad y la de su familia, no pierde la esperanza que su exilio algún día terminará y podrá regresar a su país.
:::¿Cómo ve el panorama electoral para el 2016?
Estoy seguro que en el 2016 no habrá elecciones en Nicaragua, porque el concepto de elecciones es un proceso cívico, libre y democrático donde el pueblo ejerce el derecho al sufragio universal que es el voto para decidir. Eso no existe en Nicaragua. Ahora, estoy plenamente seguro que si en los últimos tres procesos electorales no existieron condiciones para ejercer el derecho al voto, y con el rol que han mantenido los magistrados de facto del poder electoral, tampoco habrán elecciones libres y transparentes donde se respete la voluntad del pueblo, estoy plenamente seguro que para entonces tendremos una dictadura más dura, va a alcanzar récord mucho más atrevido de lo que ya alcanzó.
El aparato institucional en Nicaragua, no brinda la más mínima garantía para el desarrollo de un proceso coherente, justo y real.
Por otro lado, también no podemos olvidar la debilidad de la oposición, la falsa oposición de Nicaragua, no puedo criticar las ganas de trabajar para cambiar el sistema de algunos buenos opositores, pero no están dadas las condiciones, ni la disposición de actitudes beligerantes, estamos hablando de los mismos dirigentes y la mayor parte de estos han tenido debilidades fuertes que se confabularon con el orteguismo, incluso para despojarme del triunfo de la alcaldía, me refiero a Eduardo Montealegre. Con representantes de esa magnitud dudo que pueda haber proyectos reales y viables de unidad.
:::Entonces, ¿cuál es la solución?
Si no existe la determinación y un papel beligerante de la oposición entonces no sé a qué se podría apostar, se está llevando al pueblo a un nivel de frustración, tiene un impacto más allá porque desencadenará en una explosión social, se están creando las condiciones para un levantamiento.
El Gobierno viene tratando de invisibilizar la situación, lo ha dicho una institución tan seria como la Iglesia católica, la pareja presidencial se ha hecho de la vista ciega, oídos sordos de la situación que han y siguen propiciando en el país, igualmente el Ejército sandinista y la Policía, tratan de tapar el sol con un dedo como por ejemplo la situación de los grupos armados, pretenden maquillar una realidad que no es cierta, han tomado una actitud irresponsable ante el malestar de la población.
Ortega sabe que el pueblo quiere elecciones transparentes y para eso se necesita cambiar a los magistrados de facto del poder electoral. Ortega sabe que hay que cambiar a los magistrados del poder judicial y pone a un Lenín Cerna como operador político, que orgánicamente no está institucionalizado, pero sabemos que en la práctica así operan. No hay donde la gente pueda recurrir, pasa lo mismo con el poder de justicia, el electoral. Con la Policía, están acorralando a la población y de seguir así terminará con terribles consecuencias.
:::¿Cómo ve lo que sucede en Nicaragua, respecto al Canal?
El tema del Canal ha cobrado mucha participación de los sectores y en este aspecto han sido muy categóricos al plantear la arbitrariedad de una idea de proyecto, porque eso es lo que es, una idea. Ortega no tiene nada en la mano, una ley aprobada y un chino que dice que va a construir un canal. Que esa arbitrariedad ya alcance más de treinta recursos por inconstitucionalidad, es un récord. Lo que más me asusta es que los padres de la patria hayan aprobado la renuncia de la soberanía y la creación de un litigio en el futuro, cuyas repercusiones todavía desconocemos.
:::¿Cuál es su opinión del papel del Ejército, en este tema?
En otras partes del mundo la situación sería otra, la función del Ejército es ser guardián de la soberanía nicaragüense, pero ha tomado decisiones a favor del mandatario, está siendo incoherente con las funciones que le mandata la Constitución y el pueblo. En Nicaragua la situación es clara, se ve una completa impunidad.
Ejército Danielista
El exalcalde de Nueva Segovia, Denis Obando, considera que el Ejército es danielista y que no está al servicio del resguardo de la soberanía del país.
“El Ejército de Nicaragua es danielista, el Ejército no debería de decir que está para cuidar los intereses de la soberanía”, expresó Obando. “Hemos visto como el mismo Ortega manipula las fuerzas armadas, el mismo Ejército está apostando a la conformación de una dictadura, solo hay que ver la actitud dócil y cómoda que adopta”, agregó Obando..
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