Por Ana Pérez López/ EFE
Hay monstruos, animales inclasificables, o simplemente criaturas que se han convertido en leyenda y se han popularizado algunas zonas del planeta.
Algunos creen que en lo más profundo de la Annapurna, macizo de Nepal, habita un simio con un pie muy grande que aterroriza a los exploradores. Otros han posado los ojos durante siglos en la inmensidad del lago Ness para descubrir a la criatura legendaria que se oculta en el fondo de aquellas aguas escocesas.
Pues bien, el editor de “Skeptical Inquiry”, psicólogo y experto en investigaciones de fenómenos paranormales, Benjamin Radford, explica que “la fascinación que la gente tiene con estas criaturas proviene de la idea de que convivimos con seres misteriosos que están más allá de nuestra vista”.
Pero si bien el Yeti o abominable hombre de las nieves, Big Foot o Pie Grande y el Nessi han copado los titulares de muchos periódicos durante siglos, hay muchos más misterios por los rincones más insólitos de la Tierra.
TIERRA DE MONSTRUOS
En pleno lago Nahuel Huapi vive el primo argentino de Nessi, una supuesta bestia acuática que ya aparecía en las antiguas leyendas indígenas de la Patagonia. El apodado “Nahuelito” es una criatura serpentina que comparte el lago con los esquiadores que visitan San Carlos de Bariloche.
Su primera aparición en prensa data de 1922, cuando el diario “Toronto Globe” publicó una imagen de la bestia que dio el pistoletazo de salida a numerosas expediciones en su busca.
Terminados sus 15 minutos de fama se retiró al fondo del lago y tan solo se decidió a volver a los periódicos en plenos años ochenta, cuando el aumento del turismo en la zona se tradujo en más avistamientos del monstruo.
En el caso de los lagos, señala Radford, los “monstruos” están en un lugar localizado. “Supuestamente están en el agua, un chupacabras puede estar en cualquier parte”, dice.
El psicólogo es conocido por descubrir la verdad sobre el caso de “el Champ” un monstruo del lago Champlain (entre Vermont y Canadá). Averiguó que lo que parecía la mejor foto jamás hecha de un monstruo acuático podía ser el movimiento natural de unos troncos en el agua. Ah, pero el misterio de “Nahuelito” está sin resolver.
EL “GRUNCH”
La versión más siniestra del “chupacabras” se oculta en la ciudad que vio nacer al jazz. Empezó a aparecer cuando Nueva Orleáns era la “Nouvelle-Orleáns” y Marie Laveau empezaba a pinchar agujas en muñecas de trapo para atraer la magia negra.
Cuenta la leyenda que la sacerdotisa vuduista intentó castrar a un hijo del diablo para evitar que pudiera reproducirse y crear más maldad.
Al caer al suelo, su primer testículo se convirtió en un animal inclasificable al que bautizaron como “Grunch”. El segundo testículo, bañado en una sangre putrefacta y endemoniada, se convirtió en una hembra.
Las tres criaturas dieron una paliza a la reina de la magia negra, quien tras despertar de aquel mal sueño decidió volver a convertirse al catolicismo.
Benjamin Radford, que lleva quince años investigando sobre todo al chupacabras, explica que las leyendas no siempre son ciertas: “el chupacabras tiene poco más de 15 años. El primer avistamiento del que se tiene conocimiento se produce en Puerto Rico y a partir de ahí se empezaron a ver por toda Latinoamérica y el sur de Estados Unidos”.
LOS “HOBBITS”
Puede que Roal Dahl nunca conociera a los “Ebu Gogos” de Indonesia; pero sin duda, los trabajadores más dedicados de la Fábrica de Chocolate de Willy Woka, se parecen mucho a las míticas criaturas de la remota isla de Flores.
Cavernícolas pequeños, de pelo largo y lenguaje limitado que los exploradores holandeses encontraban en la isla de Sumatra, Indonesia. Extrañas criaturas que han llegado a verse incluso hace tan solo un siglo, y que los investigadores que creen en su existencia lo han relacionado con un homínido prehistórico, el “homo floresiensis”.
Apodados “hobbits” como las criaturas de Tolkein, la existencia de los “Ebu Gogo” ha sido un tema de debate y mientras algunos consideran que solo es un mito más de las antiguas leyendas de Indonesia, otros creen que podrían estar relacionados con unos seres que vivieron hace 13,000 o 17,000 años.
Sea o no cierta la existencia de estos seres, lo que sí es indiscutible es que alimentan la curiosidad incluso de los más incrédulos. “Puede que sea escéptico, pero tengo la mente abierta. Yo quiero resolver el misterio y si realmente hay un monstruo por ahí, quiero ser el primero en encontrarlo”, concluye Radford.
Así, solo queda ajustar el sombrero y abrochar las botas de explorador para salir a los confines de la Tierra en busca de las criaturas más misteriosas.
El famoso “chupacabras” en una caricatura de Benjamin Radford, experto en el estudio de esta criatura.
En el lago Nahuel Huapi habita “Nahuelito”, el primo argentino de Nessi, monstruo del lago Ness.
Ver en la versión impresa las paginas: 13 ,12