Navidad en el mundo
José Murillo
Madrid, París, Roma, Londres, Nueva York, Moscú y muchas más ciudades del mundo engalanan sus calles y plazas más emblemáticas, las iluminan con luces de colores y evocan un ambiente apropiado para conmemorar la primera Navidad: ¡Occidente celebra el nacimiento de Jesús! En muchos corazones de hombres y mujeres de buena voluntad afloran sentimientos de paz y solidaridad, que se manifiestan en entrañables reuniones de amigos y familiares y en la Misa de Gallo, en Nochebuena. Aunque no en todo el mundo los cristianos pueden celebrar la fiesta en paz. Según hemos visto en las noticias de los últimos meses, en nuestros días hay cristianos perseguidos. En Cuba, China o Corea del Norte, por el régimen comunista; en otros países como Egipto, Irak, Nigeria, Sudán, Pakistán, Siria, sea por su actual inestabilidad política, por seguir la estrategia de terror iniciada el 11 de septiembre, o por otras causas, la violencia se ha desatado contra los cristianos que en esos y otros países sufren atentados contra sus vidas, o incendios de sus iglesias y sus casas, o violaciones de los derechos fundamentales.
El papa Francisco ha escrito: “¡Ruego, imploro humildemente a esos países que den libertad a los cristianos para poder celebrar su culto y vivir su fe, teniendo en cuenta la libertad que los creyentes del Islam gozan en los países occidentales!” (Evangelii Gaudium, 253).
El mundo occidental, entre otras acciones para detener esta barbarie, debería difundir una pedagogía que haga comprender a todos que el respeto a la libertad religiosa es necesario en las sociedades libres y abiertas. El mundo está muy convulso, pero hay esperanza: Cristo ha nacido. ¡Feliz Navidad!
Navidad, ternura y lágrimas
Alfonso Dávila Barboza
El catolicismo tiene como logro una festividad singular que no tiene rivalidad en festejos de la catolicidad. El nacimiento de Jesús manifiesta una historia de obligada interpretación de profundos estudios que puede emprender la teología; pues tal nacimiento de este Divino Niño proyecta claramente a una madre advertida que “iba a parir con dolor”. Y con ese dolor hubo lágrimas y vino al mundo terrenal el niño concebido por el Espíritu Santo, nacido en un pesebre de pobreza bien señalada y en su entorno animales domésticos muy cercanos a María y al recién nacido para brindarles calor en una época tan fría en Belén. Y quiso el Creador por medio de luminosa estrella guiar a muchos a ese pesebre para reconocer al Mesías; llegando también a postrarse y con presentes valiosos como un homenaje al Dios Niño, los Reyes Magos. Y se cruzó la intriga y quien tenía poder valioso ordenó la persecución del Divino Niño y esto provocó la huida de la familia sagrada y nuevamente hubo lágrimas.
En otra ocasión, en una romería acostumbrada no estuvo a la vista de sus padres el pequeño Jesús y fue encontrado en la casa de sesiones de los maestros de la Ley, en plática abierta sobre tópicos que demostró tener mucho dominio, lo que obligó a los maestros comentar entre sí que este pequeño era todo un sabio.
Esta Navidad ha tenido como bandera el amor, la ternura y la solidaridad familiar, y por veredas caminan en provocación contra el amor con calculadas estrategias de encuentro la envidia, el rencor y la cizaña. Los niños de los hogares marginados no reciben ningún juguete ni vestimenta para una Navidad de contento y alegría, pero tienen del Niño Dios su cuido y bendiciones como una protección para un futuro exitoso.
La Navidad en nosotros tiene un santuario en que fraternizan el amor, la dulzura y las lágrimas. La Navidad carga simpatía y el niño Jesús está alerta escuchando nuestras peticiones, nuestras solicitudes muy cristiana y a veces, bien lo sabemos, llora con nosotros.
Roguemos los cristianos en esta Navidad que la fraternidad sea un gran homenaje a las fiestas del Divino Niño. Y resulta, y lo digo finalmente por experiencia, la paradoja de las lágrimas que a veces fluyen por mucha alegría, pero la mayoría de veces por tristeza, melancolía y despedidas. Pues se ha dicho y lo conozco que en las despedidas saltan lágrimas que confirman una estampa de congoja y remembranzas.
Marcha contra el Canal
Máximo M. Castillo
A mi juicio, la marcha realizada el recién pasado 10 de diciembre del año en curso en contra de la construcción del Canal Interoceánico, fue todo un éxito. Centenares de valientes nicaragüenses marcharon de manera pacífica en la capital demandando la suspensión de la construcción de dicho canal y el restablecimiento de la soberanía nacional, la cual ha sido entregada a un ciudadano chino por este gobierno cristiano, socialista y solidario.
Daniel Ortega debe darse cuenta que este pueblo no va a permitir que se den más abusos, y que está dispuesto a confrontar a su gobierno para que nuestra patria se encamine por los caminos del estado de derecho, la democracia y la libertad.
Con esta marcha se le envió un mensaje claro a Ortega, que de continuar gobernando nuestro país como si fuera su casa o su finca le va a ir mal.
Es meritorio reconocer la valentía y el patriotismo de los centenares de nicaragüenses que participaron en esta exitosa marcha, que desde municipios lejanos y soportando la represión de la Policía de este gobierno que se dice cristiano, lograron llegar hasta la capital para gritarle a Daniel Ortega: “Vende Patria”.
Zanja, solo la de los zapatos
Luis Vega Miranda
El divertido vocero del gobierno en lo del proyecto gran Canal Interoceánico, don Telémaco Talavera, en su enrevesado lenguaje cantinflesco, planteó en diversos escenarios cómo sería “el banderillazo” del inicio de la construcción del iluso y barbárico Canal. Pero lo que se anunció con bombo y platillo que sería un gran acontecimiento, se convirtió en el “parto de los montes”, aquel rugido de la leona pariendo que estremeció la selva y al final parió un ratoncito.
Da pena el papel asignado al vocero pero más pena da que un académico digno de mejor causa se preste a una tramoya que no tiene ni pies ni cabeza, y que más allá de moverse a la voluntad del ventrílocuo, es hacerlo a su voluntad. Es admirable su capacidad de soportar abucheos como en cierta ocasión lo recibieron unas doscientas personas en la presentación de un libro en un conocido local. Pero más admirable es acomodarse a los humores de los propietarios del canal, un chino y un vendepatria, que un día dicen una cosa y el otro día otra.
Ahora resulta que toda la parafernalia con que se anunció el comienzo de la construcción del gran Canal, se redujo a unos cuanto discursos y promesas, fotos sonrientes y la apertura de una trocha en las playas de Brito, con unos cuantos chinos y otros nicaragüenses bien vestidos del Comité del canal.
O sea que la famosa zanja ha sido la que han dejado los tacones y las suelas de los zapatos de los protagonistas del canal, en la arena, y de ahí quién sabe hasta cuándo continuará la mentira. Quizás habrá un vergonzoso gran hoyo que destruirá la naturaleza de nuestro bello país, pero al menos la zanja o huella de los zapatos que quedarán en la arena serán borrados rápidamente por el oleaje del mar de Brito, como protesta ante el imperialismo del orgullo y del dinero.
Cumbre del Alba
Jorge J. Cuadra V.
En la cumbre del Alba efectuada recientemente en Cuba, el presidente Daniel Ortega propuso que se elaborara una lista de países terroristas y que esa lista la debe encabezar Estados Unidos.
Mi pregunta es que si esta república “democrática, respetuosa de los derechos humanos, cuyo presidente es un ejemplo vivo de democracia y de respeto a sus gobernados”, si se logra elaborar la lista negra, va a seguir comerciando con ese país terrorista y va a seguir manteniendo las relaciones formales pero no cordiales que hasta el día de hoy ha mantenido.
Por lo pronto el presidente Ortega ya cuenta con un soldado famoso: Diego Armando Maradona, quien en una visita relámpago vino a ofrecerle los servicios de su mano divina y a expresarle su incondicional admiración.
¿Será que el otrora astro del futbol quiere invertir su cuantiosa fortuna en el canal chino?
Hay que ver, hay que ver.
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