Managua/ACAN-EFE
La Bancada Democrática Nicaragüense (BDN) confirmó hoy que la junta directiva de la Asamblea Nacional convocará a una reunión este lunes, para citar al plenario a discutir unas reformas a la Constitución Política del país, que devolvería al Ejecutivo, que preside Daniel Ortega, poderes que tenía el dictador Anastasio Somosa Debayle.
“Están citando de emergencia a una reunión de Junta Directiva para el lunes, para citar al plenario el miércoles y ese mismo día vaya a discusión una Comisión Especial”, dijo hoy a Acan-Efe el subjefe de la opositora BDN, Alberto Lacayo.
Las propuestas de reformas fueron introducidas ante el parlamento por el partido de gobierno, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Entre las principales propuestas está que el presidente de la República pueda ser electo con la mayoría relativa de votos, dicte decretos ejecutivos con fuerza de ley y nombre a militares en servicio activo para ocupar cargos en instituciones del Estado.
“Las propuestas de reforma traen todo lo contrario a lo que se luchó para derrocar (al presidente Anastasio) Somoza, se luchó para no tener una familia dinástica y corrupta en el poder, para que no fuéramos gobernados por militares, para tener libertades públicas, para que no hubiera un presidente permanente”, se quejó Lacayo.
Por su parte, el disidente sandinista y analista político, Edmundo Jarquín, comentó en su blog semanal que la propuesta está diseñada “para que la Constitución Política de Nicaragua se ajuste a la voluntad y antojo partidario de los actuales gobernantes”.
Los opositores critican que la nueva Constitución acepte que funcionarios con cargos vencidos permanezcan en sus cargos mientras la Asamblea Nacional no elija a sus sustitutos, tal como ocurre de hecho con el gobierno de Ortega.
Asimismo, consideran que es negativo que la Ley de Justicia Constitucional sustituya la Ley de Amparo, se establezca como constitucional la jurisdicción de lo contencioso administrativo, se aumente el período de gobiernos municipales de cuatro a cinco años, se institucionalice el concepto de “democracia directa” y los diputados no puedan cambiar de bancada.
Para la oposición, la Constitución actual de Nicaragua no necesita ser reformada.
“Nuestro problemas no es de normas constitucionales de ley, sino que se respeten”, opinó Jarquín.
Lacayo, por su parte, vio con preocupación que Ortega y su familia quieran mantenerse en el poder.
“Estamos peor, porque con Somoza sólo teníamos un Chig ín (Anastasio Somoza hijo, de la tercera generación de la dinastía de 40 años), pero esta familia es más numerosa, son nueve chigüines (hijos de Ortega)”, criticó Lacayo.
Tras pasar el período de consultas de la Comisión Especial, en noviembre, las reformas constitucionales entrarían en vigencia en diciembre próximo, calculó el representante de la BDN.