“El ciudadano está vigilado”

Por Róger Almanza G.

Con el tema del espionaje en moda, Nicaragua no queda fuera, después de denuncias sobre posibles situaciones de espionaje realizadas por el Gobierno. El especialista en temas de acceso a la información y participación ciudadana, Guillermo Medrano, comenta en esta entrevista, entre otros temas, sobre las posibles acciones de espionaje en el país, el interés del Gobierno por mantener el control total y el peligro que corre el Estado Derecho, de ser esto cierto.

 ::: ¿En qué situación está el país en materia de acceso a la información?

La situación actual del acceso a la información pública en el Estado de Nicaragua es crítica. Antes nos referíamos a Gobierno porque era visto como el Poder Ejecutivo, ahora hablamos del Estado porque incluye a los otros poderes. Esta es una situación más que difícil, es caótica porque nos encontramos en un Estado oculto que no informa sobre sus actividades ni el quehacer de cara al desarrollo normal de cualquier institución. Según la Ley de Acceso a la Información, una institución pública tiene la obligación de informar a la ciudadanía sobre lo que está haciendo.

::: Un Estado oculto. ¿Cómo explica esto?

Que algo está mal, porque si no doy a conocer lo que hago solo quedan dos opciones, que no estoy haciendo nada o que lo que hago lo estoy haciendo mal. Los medios de comunicación son los aliados para visibilizar las cosas que hace el Estado y es al que le debe interesar más que se muestre todo lo bueno que puedan hacer. Existe una preocupación grande en este Estado oculto porque algo esconden, algo está mal, no hay transparencia. Es un Estado que lo único que visibiliza son las partes políticas, solo lo que les interesa mostrar están dispuestos a presentar sin problemas.

::: En este Estado oculto, ¿qué restricciones tiene el ciudadano para obtener la información que quiere?

En la Ley existen tres categorías de la información, la primera es la información pública, que es toda aquella que se genera en el ejercicio de trabajo de las instituciones, todo esto es información pública y se supone que todos tenemos acceso a ella. La información pública reservada es la otra categoría que tiene que ver sobre algo que pueda poner en riesgo la nación, su defensa o estrategias militares que no puede conocer el ciudadano. Por ejemplo, no podemos conocer sobre el armamento del Ejército o cuándo es el próximo plan de entrenamiento de la Policía o del Ejército, esto puede tener un contra peso en contra del Estado. Existe la información privada que tiene que ver con cada persona aunque sea funcionario, que tiene que ver sobre su origen racial, creencias, opciones sexuales y todo lo demás.

::: A esto quería llegar, porque con el espionaje de moda, nuestros datos privados pueden estar a la orden del Gobierno…

Esto se respeta a todos por igual. El año pasado la Asamblea Nacional aprobó la Ley 787, es la Ley de Protección de Datos Personales de los Ciudadanos. Esto abre otro abanico. Cuando se aprobó la Ley 621 o de Acceso a la Información se habló que en los próximos días se iba a aprobar la Ley 787. Lo que sucede es que nuestros datos personales, como nuestro historial crediticio, no puede estar disponible para nadie ni para casas comerciales por ejemplo. Esta información es privada, salvo cuando esta información esté ligada al Estado, como si le debes a un banco o pasas a una demanda alimenticia, cosas así, que hace pasar tu información privada como pública, pero únicamente para un juez. De caso contrario, se violenta la privacidad del ciudadano que está contemplado en el artículo 26 de la Constitución Política de la República.

::: ¿Este tipo de información privada de cada ciudadano le sirve de algo al Estado?

Claro que le sirve… Lo que no sabemos es que si el Estado vende este tipo de información a otras empresas como casas comerciales. Nuestros datos de empleado los tiene el INSS y de cómo se enteran infinidad de empresas de esos datos, pues no sé, no podría decir que si es información que se vende o cómo será.

::: El espionaje es un tema de moda. ¿Hay alguna forma en que el Estado nos esté vigilando?

No debería haberla porque está prohibido por la Constitución en su artículo 96 que lo deja claro. Además que prohíbe el nefasto servicio militar, también prohíbe a los organismos del Ejército, la Policía y a cualquier otra institución del Estado ejercer cualquier actividad de espionaje político. Se le llama espionaje político a todo aquello que no tenga que ver con la justicia porque si yo como ciudadano ando en otro tipo de actividades entonces sí, la Policía con su cuerpo de inteligencia me dará seguimiento a estas actividades que sospechen sean ilícitas.

::: ¿Los Gabinetes del Poder Ciudadano o CPC pueden ser elementos de espionaje político desde los barrios?

Se podría llamar como espionaje ciudadano porque a través de estos Consejos de Poder Ciudadano existe un control. La estructura de estos CPC tienen 16 carteras: salud, educación, mujer, familia, medioambiente, cultura, recreación y más. Cuando el ciudadano tienen un problema, entonces se activa la cartera destinada a intervenir, que es estar cerca. Muchos funcionan como mediadores judiciales y están viendo qué hacés, si tenés problemas, si participás en las campañas. Entonces, a través de ellos, el Gobierno está vigilando porque saben quién es quién.

::: Esto es espionaje…

Si lo realizan con fines electorales, con intención de que el ciudadano se integre a ellos, con intención de saber qué hace el ciudadano, a qué se dedica, sí le podemos llamar espionaje porque la misma Constitución te dice que tenés el derecho de residir y transitar con toda la libertad en cualquier lugar del país. Pero si alguien me está vigilando, me está siguiendo, entonces sí hay espionaje.

::: En los barrios parece un trabajo más comunitario que de espías…

Claro. Ellos lo hacen en doble vía. En primer lugar, convencen al ciudadano para que pase a formar el millón y medio de afiliados y, si ellos no te logran convencer entonces, te convertís en un tipo peligroso, más si trabajás en una organización de sociedad civil, más si pertenecés o estás afiliado a un partido político que no es el de ellos, entonces te dan seguimiento. Desde este punto de vista es espionaje y viola la Constitución del país.

::: ¿Entonces ya no solo se atribuye esta tarea a la Policía o al Ejército?

Paralelo a ellos están los CPC, que al final son órganos paramilitares que tiene el Gobierno. Ya no necesariamente es un militar vestido con uniforme, como los conocemos. Ahora es un ciudadano vestido con la camiseta 34/19, ese es el mismo que te anda buscando y ve a qué te dedicás y qué hacés en tu día.

::: ¿Hasta qué punto puede actuar el ciudadano común si el Gobierno realiza estas actividades de espionaje?

No hace nada, porque el Gobierno tiene poder total de las instituciones. Denuncias hay, pero no pasa nada… Fundamentalmente, los están usando en las campañas. Ahora ves en los puestos de salud, además de los médicos, a otros agentes. Al CPC de tu barrio, supuestamente, haciendo una obra social. Está controlando quién llega, quién hace qué y supuestamente está ayudando desde el punto de vista comunitario.

::: ¿Esto es espionaje?

Tácitamente. El ciudadano está vigilado. El partido de Gobierno tiene un censo desde el cual vigila y pastorea a sus afiliados. Si te fijás bien, la CPC del barrio visita las casas donde está el cuadro de la “pareja” (Daniel Ortega y Rosario Murillo), esas casas donde saben que son del partido y en las otras no pasan y supuestamente andan haciendo trabajo comunitario y el trabajo comunitario debe cubrir a toda la comunidad.

::: ¿Y qué andan haciendo?

Es un pastoreo selectivo, aún cuando no están en campaña. Esto significa identificación del ciudadano. A los que no visitan es porque saben que no son de ellos, que no son afiliados. Entonces a esta persona, el CPC del barrio la vigila, pregunta sobre vos e investigan sobre tus actividades.

::: Mencionó un espionaje tácito…

Vivimos un espionaje tácito. El Gobierno tiene todo el control. Tiene al Consejo Supremo Electoral que me puede ubicar solo con el nombre, tiene el INSS y puede ver dónde cotizo y para quién trabajo. Son diferentes formas, solo es activarlas.

::: Ahora es preocupante si se suman las denuncias…

Como el caso del periodista (Ismael López), esta noticia ha tenido mayor relevancia a nivel internacional que desde el punto de vista local, porque aquí lo tratan de minimizar. Aquí se escuchó a Halleslevens (Omar Halleslevens, vicepresidente de la República) diciendo que era una locura hablar de espionaje, que esto no existía. Otros medios no le dieron ninguna importancia, pero en medios como El Faro en El Salvador, El Nacional en Venezuela, Prensa Gráfica también en El Salvador y en Guatemala cubrieron la noticia. A nivel de los medios internacionales, esto causa preocupación porque la denuncia no ha obtenido ninguna respuesta.

::: ¿Cómo analiza el silencio de las autoridades?

Es bastante preocupante porque nos ven como locos, como que no hay nada. Pero esto te cercena el artículo 68 y el mismo 66 (de la Constitución Política de Nicaragua), que dice que como ciudadano tengo derecho a informar, a buscar información y, en el ejercicio de la profesión, el mismo Estado debe ser garante, brindado en las condiciones mínimas para que los periodistas puedan realizar el trabajo. Pero ya que te anden buscando y preguntando sobre vos y viendo donde andás y cómo te desplazás, ya es peligroso.

::: Pero investigar hasta cómo o dónde duermo, ¿para qué le va a servir al Gobierno si, como bien dice, tienen el control de todos los aparatos estatales?

Es una forma de intimidación para que vos bajés el gas de lo que estás haciendo o que no sigás. Podemos recordar el caso de Silvia (González), la periodista de Jinotega cuando los CPC le mandaban notas amenazantes o aparecían gallinas decapitadas en su patio. Esto es para que vos te limités a no seguir informando temas que al Gobierno le incomodan.

::: El Gobierno en este sentido sí podría estar utilizando a la Policía o al Ejército para vigilar…

Sí, pero ellos tiene dentro su forma de neutralizar, controlar o intimidar a los CPC. Creo que les conviene más a través de sus organizaciones comunitarias. Con los uniformados es más intimidatorio y a mucha gente les da miedo de verdad, peor ahora con la Policía que tenemos. La percepción que tenía la población de que la Policía y el Ejército eran instituciones confiables ha bajado y es preocupante, más aún con las nuevas propuestas a las reformas constitucionales.

::: Les da más participación en el Gobierno…

Sí. Les da mayor dinamización a los miembros de los órganos del Ejército para que puedan ser funcionarios. Ahorita en la Constitución actual esto está prohibido, porque dice que ningún miembro activo del Ejército puede ser ni candidato ni puede ser nombrado en ninguna institución, pero ahora con las reformas propuestas esto lo quitan y dicen que pueden ser nombrados como agregados o alguna cosa administrativa.

::: ¿Cuál sería el fondo?

El Gobierno quiere estar tranquilo con las Fuerzas Armadas y lo logra poniendo a estos hombres y mujeres en cargos estratégicos para, a la hora de cualquier cosa, están bajo su subordinación. Es un tipo de militarización en las instituciones y esto ha hecho que las personas de confianza del actual primer ciudadano del país (Daniel Ortega) estén en lugares claves y esto le da mayor fidelidad para acatar la orden y da menor posibilidad que, ante cualquier descontento, vayan a alzarse porque los mantenés controlados.

::: Saber la vida del ciudadano, ¿para qué?

Si estuviéramos en un Estado donde se respeta el Estado Derecho, esto fuera normal, pero estamos en un gobierno autocrático donde ya no existe aquella división de los poderes del Estado. El presidente gobierna y controla todos los poderes del Estado. Ahora no existe un solo poder que tenga independencia, entonces todo esto es control. Sumado a esto ya hay voces que anuncian que parece que no habrán elecciones en el 2016, esto rompe el marco constitucional que bien es cierto que ya está desquebrajado, pero por lo menos se han venido realizando procesos electorales desde que se recobró la democracia en 1990. Casi se van creando las condiciones hacia una pequeña monarquía. Van quitando las funciones de los otros poderes del Estado y están controlando a toda la población.

::: Ha sido un camino recorrido muy despacio…

Claro. Esto es como para que la gente vaya viendo y creyendo que dos años para nuevas elecciones no es nada. Pero en el fondo, en estos dos años más sin elecciones aumentan el clientelismo político y crean en la gente una percepción de seguridad.

::: A “Juan Pérez” no le importa que lo vigilen…

Más bien al Gobierno no le interesa qué piensa la “vende frutas”. Al Gobierno le interesa la gente pensante, me refiero a los que influyen, porque esta gente toma otro tipo de decisiones. Así que por supuesto que el Gobierno puede estar vigilando a los ciudadanos como periodistas, la misma sociedad civil, los mismos partidos políticos y hasta a los empresarios… a este tipo de gente sí les puede interesar y hacia ellos sí puede estar dirigida algún tipo de actividad de espionaje.

::: ¿Estamos al nivel de que el Gobierno vigila los correos electrónicos, las llamadas telefónicas?

No lo podría afirmar, pero ya hay denuncias de esto. Está Ismael López, al exdiputado Agustín Anaya, al obispo Mata. Además, podemos preguntarnos quién controla al Estado, quién controla a Telcor y quién puede influir en las empresas de telecomunicaciones. Para el periodista esto es una alerta, es una campanada para que no se informe ni que se investigue.

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