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A la francesa

Con su marcado acento francés, Marion Cotillard nos concedió una entrevista para hablar de Hollywood y su papel en la película Blood Ties, filmada en Nueva York y dirigida por su pareja, el director Guillaume Canet. Conversamos en otro rincón del planeta, durante el Festival de Cine de Toronto.

Por Fabián W. Waintal

Con su marcado acento francés, Marion Cotillard nos concedió una entrevista para hablar de Hollywood y su papel en la película Blood Ties, filmada en Nueva York y dirigida por su pareja, el director Guillaume Canet. Conversamos en otro rincón del planeta, durante el Festival de Cine de Toronto.

::: ¿Cambia el estilo de actuación cuando en el cine tiene que hablar en inglés, en vez de francés?

El ritmo y la forma en que se mueve el personaje no se puede comparar a si trabajo hablando en inglés o francés. El personaje siempre va a ser diferente, el lenguaje del cuerpo cambia. Pero, por supuesto, actuar en inglés para mí lleva más trabajo; especialmente si necesito un acento determinado. En Blood Ties tengo un acento medio italiano y medio americana de Brooklyn de los años 70. Lo interesante es cómo ayuda a asociarse con el personaje. No hubiera sido igual con un acento polaco de Nueva York en los años 20, porque el lenguaje del cuerpo es completamente distinto.

::: ¿El haber ganado un Óscar hablando en francés le da todavía más importancia al premio?

Es una experiencia de vida para cualquier actor. El hecho de que mis propios compañeros me hayan dado ese honor… pero yo no me veo como una ganadora del Óscar (risas). Simplemente me veo como una actriz que tiene mucho por aprender, alguien que solo quiere seguir aprendiendo con cada nuevo personaje. Sé que siempre voy a recibir una nueva lección que me abrirá el corazón con cada nueva película. Y eso es importante.

Marion Cotillard ganó el Globo de Oro por su interpretación de Édith Piaf en la película La vida en rosa.     LA PENSA/CORTESÍA

::: No es la primera vez que trabaja con Guillaume Canet. ¿Qué tan importante es la buena relación personal para el éxito de una película?

Es muy importante la relación entre una actriz y el director. Y detrás de la cámara yo confío totalmente en Guillaume. Él siempre es justo. Ni siquiera le creas si dice que es difícil trabajar con tu pareja en un estudio… No es fácil explicarlo.

::: ¿Es posible mantener el romanticismo en casa, pese a los problemas que puede causar el trabajo?

No sé si puedo responder esa pregunta, porque nosotros nunca hablamos de nuestra vida personal. Fácilmente podría decirte que en casa es muy romántico y es verdad; pero prefiero hablar del plano laboral, porque me pone incómoda tocar esos temas.

::: ¿Al menos podemos hablar del mito del romanticismo de París y Francia? ¿Los franceses son tan románticos en la realidad, como imagina la gente?

Bueno, no siempre es verdad. Sin embargo, París conserva el recuerdo de un período de gran creatividad, el romanticismo. Por supuesto lo mantenemos en un estilo mucho más moderno; pero pienso que a los franceses y en especial en París, nos gusta mantener la imagen de una ciudad romántica y gente romántica.

::: Interpretó a una prostituta en el cine, ¿hubo límites que se negó a tocar?

El guión ya mostraba un personaje hermoso, fuerte. Por supuesto acarrea ese gran fracaso que es parte de su vida, pero la forma en que lo escribieron me parecía bien. No tuve que hacer ninguna locura como desnudos y cosas así. Por eso acepté todo, no cambiamos nada del guión. Y emocionalmente igual hubiera ido donde Guillaume hubiese querido que yo fuera.

::: ¿Qué tal la moda de los años 70 y la recreación de aquella época en Nueva York?

Yo me había entusiasmado por explorar ese período, porque había hecho otras películas con los años 20, 30, 40, 50, 60 y también los 80 y 90, pero nunca los años 70. Tienen algo muy especial. Me encantó trabajar con un lenguaje del cuerpo específico que viene con el estilo de ropa que usaban y la forma en que la gente quería mostrarse completamente libre. Me encantó explorar esa experiencia.

Cotillar es la única mujer que ha ganado un Óscar a la Mejor Actriz por una película francesa. LA PENSA/CORTESÍA

::: ¿Cuál fue el mayor desafío?

Bueno, el acento siempre es un desafío porque yo aparezco hablando en italiano. Estudiar cuatro líneas en italiano me llevó el mismo tiempo que veinte páginas en polaco. Por lo visto, no soy muy buena en italiano (risas). Ese fue el peor desafío.

::: ¿Y el idioma tiene alguna influencia en el lado emocional?

En el aspecto emocional siento que tengo que buscar adentro mío para encontrar al personaje, su alma y su corazón. Pero lo que realmente impacta en la forma en que habla un personaje es conocer bien la cultura de su país. Así también aprendo mucho más sobre los seres humanos. Por eso me gusta tanto mi trabajo, para entender un poco sobre estos animales tan fascinantes que somos.

Sección Domingo Marion Cotillard

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