El maquillaje para pieles morenas destaca por ser un maquillaje armonioso y natural. Recupera la luminosidad de tu tez bronceada; y destaca el encanto y brillo de una piel dorada
A la hora de maquillarte es esencial que elijas bien tu base de maquillaje, ya que el objetivo es que éste se funda perfectamente con el color de tu piel.
Para evitar el efecto máscara, elige una base de maquillaje del mismo tono que tu piel, o medio tono más claro.
Según los profesionales los dos son válidos: sirve con aplicar el tono claro en la parte media del rostro, y el oscuro en el resto de la cara.
Para una tez despejada y luminosa, elige la base en tonos dorados, anaranjados o amelocotonados, que garantizan un efecto espectacular. Estos matices son perfectos para pieles mates y bronceadas.
Primera fase: antiojeras
¡El secreto de belleza indispensable! Además de disimular las ojeras, es muy útil para camuflar pequeñas imperfecciones y rojeces de la piel.
La técnica: para que cubra bien, aplícalo a golpecitos en las ojeras así como en la zona T del rostro. Después, difumínalo bien hacia el exterior del rostro hasta que el producto se funda con la piel.
Segunda fase: base de maquillaje
La base uniformiza el maquillaje y aporta luminosidad a la tez.
La técnica: aplica unos toques de base de maquillaje en la parte media del rostro y difúndelo hacia el exterior con suavidad. El resultado debe ser uniforme y ligero para que quede natural.
Tercera fase: colorete
Es el toque perfecto que aporta luminosidad al rostro.
La técnica: aplica el colorete en las mejillas con una brocha grande. Juega con la luminosidad y aplica un tono claro en la parte alta del pómulo, y otro más oscuro debajo, para esculpir el rostro.