Las lesiones y los desórdenes alimenticios son parte de los problemas que se pueden generar por un mal entrenamiento en el gimnasio.
“Los jóvenes son bien impulsivos y en la mayoría de los gimnasios no hay una orientación dedicada específicamente para ellos. Para dirigirlos a un entrenamiento inteligente. Lo primordial es que el joven conozca su cuerpo y su límite”, señala Omar Calderón, instructor de acondicionamiento físico.
En el afán de verse “pompeado” más rápido, los jóvenes buscan el camino más corto, “y cometen el grave error de consumir productos, específicamente esteroides”, relata Calderón.
Cuando su proceso fisiológico no se ha desarrollado mucho, con el consumo de esteroides, ese proceso se ve interrumpido y “evidentemente al inicio los resultados son obvios. “Crece la musculatura, son más fuertes, pero esa resistencia es solo aparente, porque al igual que otra sustancia, crea codependencia”, advierte el instructor.
“Se vuelven dependientes como el que usa cigarrillos, droga, café o alcohol y crea una insuficiencia en todas sus funcionalidades, sobre todo en el aparato digestivo, sistema cardiovascular y nervioso, la estructura ósea y en los músculos”.
“Los casos graves no son de mucho peso estadísticamente, pero pierden fuerza natural, que es lo que se quiere lograr en el acondicionamiento físico”, comenta Calderón.
RECOMENDACIONES
Para el instructor “no está mal utilizar esos productos cuando sos un atleta de alto rendimiento, pero debe hacerse de una manera dirigida y supervisada.
Todo peso debe ser progresivo. Primero se debe aprender a entrenar y realizar los ejercicios de manera correcta.
El joven debe aprender a proteger su cuerpo, especialmente la columna y las articulaciones, además debe esforzarse mientras vaya dominando el peso que vaya a levantar.
“Muchos atletas han alcanzado sus objetivos sin necesidad de utilizar sustancias”, finaliza Calderón.
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