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El club de los desahuciados

Esta noche Matthew McConaughey es el favorito para llevarse el Óscar a Mejor Actor gracias a su trabajo en Dallas Buyers Club , la película del director Jean Mac Vallée basada en una historia de la vida real. A mediados de los ochenta, Ronald Woodroof, electricista y vaquero de rodeo, descubre que padece de sida. Son los años oscuros de la enfermedad, con tratamientos inciertos, autoridades y médicos insensibles a las necesidades de los pacientes, y la sociedad entera potenciando el estigma al sumar homofobia a los prejuicios en juego.

Por Juan Carlos Ampié

Esta noche Matthew McConaughey es el favorito para llevarse el Óscar a Mejor Actor gracias a su trabajo en Dallas Buyers Club , la película del director Jean Mac Vallée basada en una historia de la vida real. A mediados de los ochenta, Ronald Woodroof, electricista y vaquero de rodeo, descubre que padece de sida. Son los años oscuros de la enfermedad, con tratamientos inciertos, autoridades y médicos insensibles a las necesidades de los pacientes, y la sociedad entera potenciando el estigma al sumar homofobia a los prejuicios en juego.

El diagnóstico es una sentencia de muerte física y simbólica para Woodroof. El médico le da apenas un mes de vida y aniquila su identidad. En las escenas iniciales, la película lo caracteriza como el macho más macho de Texas: mujeriego y promiscuo, bebedor y rudo. Juega naipes con sus amigotes, y se burla socarronamente de Rock Hudson. Para él, tener sida es tan malo como ser gay. Su enfermedad lo codifica como homosexual en su círculo social, que rápidamente lo rechaza. Solo y desesperado por tratamiento, se alía con un médico basado en Tijuana para conseguir medicinas no aprobadas por la Administración Federal de Drogas de Estados Unidos (FDA). De paso, descubre su espíritu emprendedor y concibe una operación comercial mediante la cual provee tratamiento alternativo a quien pueda pagarlo. Su propia homofobia es puesta a prueba cuando encuentra un aliado en el joven transexual Rayon (Jared Leto).

La película tiene vocación didáctica. Al igual que Ron, el espectador es sometido a una educación. Esto no es algo necesariamente malo. En los países desarrollados se ha avanzado mucho en asuntos de VIH y diversidad sexual, no así en países como Nicaragua. Aquí una niña seropositiva no puede ir a la escuela con otros niños, y estamos a años luz de que los legisladores consideren la unión civil entre personas del mismo sexo.

Poco a poco, la lucha entre Woodrow y las autoridades domina la narrativa. Las grandes farmacéuticas, los hospitales y la FDA cierran filas contra “el club de desahuciados”. El protagonista se redime varias veces: el homófobo se convierte a la inclusión a través de su amistad con Rayon. El obrero pobre se convierte en exitoso hombre de negocios. El hedonista egocéntrico se vuelve campeón de los condenados a muerte en el nombre de la codicia.

El director subraya demasiado sus buenas intenciones, pero tiene algunos toques sutiles. Recién notificado de su condición, Ron interpela a Dios, exigiendo una señal de que puede sobrevivir. La demanda, y el plano cerrado del rostro a oscuras apenas iluminado por velas, nos hace creer que está en una iglesia. Un corte a la siguiente toma, abierta, revela que está en la barra de un club de streep-tease. Y si Jared Leto se lleva el Óscar al Mejor Actor de Reparto, será por una toma que los sostiene en plano unos segundos de más, antes de cerrar una cortina que separa su cama en el hospital de la de Ron.

McConaughey y Leto se someten a una dramática transformación física para documentar el avance del sida en los cuerpos de sus personajes. Vallée procura mostrarnos los extremos a los que llegan. Decenas de libras perdidas se delatan en los huesos visibles bajo la piel. Hay algo exhibicionista en la exposición del martirio que la enfermedad impone en el cuerpo. Pero los actores hacen que la lección sea certera, y la película honesta. El Club de los Desahuciados es demasiado políticamente correcta, pero puede ser justo lo que el público en general tiene que ver ahora.

Sección Domingo Club

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