Sencilla y de hablar pausado, la obispa Luterana Victoria Cortez es la primera y única mujer obispa de su denominación a nivel latinoamericano.
El trabajo de Cortez no solamente se limita a lo pastoral, también impulsa a través de su congregación grandes proyectos sociales en el campo de la salud, educación y la agricultura, dirigido a apoyar a pequeños productores del campo, con mayor presencia en la zona seca del país.
“Me encanta servir y para eso me ha delegado Dios para servir a los más necesitados y sin importar de la religión que sean, porque Dios no es religión, Dios es amor y ese amor debemos compartirlo y promoverlo con hechos, con acciones”, asegura Cortez, quien hace diez años fue ordenada obispa de la Iglesia Luterana.
La Iglesia Luterana tiene presencia en casi toda Nicaragua.
“El trabajo de la fe es fundamental para nosotros y es la base para que promovamos la fe con acción y en especial por los pobres”, asegura la pastora luterana.
Cortez dijo que la Iglesia también trabaja para la protección del medioambiente ejecutando un “proyecto verde” donde se determina a través de talleres teóricos y prácticos cuales son los cultivos que soportan el cambio climático.
“Nosotros tenemos que pensar cómo mitigar los efectos del cambio climático y la Iglesia tiene que trabajar por la realidad; y bajo los signos de los tiempos tenemos que trabajar”, asegura la obispa.
Comenta que la Iglesia Luterana también tiene bancos de semilla, para apoyar a los productores de la zona seca.
Cortez sostiene que también impulsan un proyecto de irrigación en las zonas secas de Somotillo, con el apoyo de la Iglesia Luterana de Alemania.
La Iglesia Luterana tiene otros proyectos, entre estos, seguridad alimentaria y otro sobre protección de VIH-Sida, este último llevado a cabo por jóvenes.
“La Iglesia Luterana está aquí entre los más pobres (…) y aplicamos nuestra doctrina a la realidad y nuestro centro de espiritualidad es Jesús”, asegura la guía espiritual.
Asegura que su experiencia pastoral con más de treinta años al servicio de Dios ha sido una experiencia dura, pero feliz sostiene porque se ha dedicado por completo a Dios y la Iglesia Luterana.
La Iglesia Luterana celebrará 25 años de presencia en Nicaragua, y el próximo 24, 25 y 26 de julio, celebran con diversas actividades.
“Gozo mucho mi trabajo”
“Gozo mucho mi trabajo, pero también se sufre”, reconoce la obispa luterana.
La obispa Victoria Cortez, es de origen salvadoreño, pero con más de treinta años viviendo y sirviendo en Nicaragua, nación que considera su patria.
Cortez, quien por siete años fue vicepresidenta de la Federación Mundial de la Iglesia Luterana, posee un doctorado en estudios teológicos. También estudió Economía y Sociología.
“Me gusta mucho estudiar y servir a mis semejantes. El trabajo en la Iglesia es muy duro, viajo con mucha frecuencia, pero es motivador porque es un servicio a Dios y al prójimo”, comenta la obispa Victoria Cortez Rodríguez.
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