Los nueve policías acusados por los delitos de homicidio, lesiones imprudentes, exposición de personas al peligro y daños, por la masacre de una familia en la comarca de Managua, Las Jagüitas, podrían pagar una condena de entre 11 y dos años, a solicitud de la Fiscalía.
Luego de cuatro horas de haber iniciado la audiencia preliminar presidida por la juez Cuarto Local Penal, Alia Dominga Ampié, sobre la masacre ocurrida el pasado 11 de julio, los policía acusados admitieron la responsabilidad de los hechos donde murieron tres personas, y pidieron perdón.
“Nunca quisimos hacer daño”, dijo el suboficial Augusto César Medrano.
“¿Usted cree señora juez, que con pedir perdón me van a devolver a mis hijos?, preguntó Yelka Ramírez en audiencia. “Yo pido justicia… Desgraciados no tienen perdón, aquí no hay justicia, yo quiero justicia”, expresó con valentía la mujer frente a los policías que dispararon 48 tiros contra el vehículo en que viajaban.
Los tenientes José Alejandro Fonseca y Óscar José Vargas Rugama, y el suboficial mayor Javier Saldaña también admitieron los hechos y pidieron perdón.
El capitán Zacarías Salgado, quien estaba a cargo del operativo, admitió su responsabilidad pero dijo que la masacre fue un “accidente”. Este también pidió perdón.
El pasado 11 de julio, a eso de las 8 de la noche, una familia viajaba en un auto en el sector de Las Cuatro Esquinas, en Las Jagüitas, comarca de Managua, cuando fueron atacados por policías que realizaban un operativo antinarcóticos. Dos menores de edad y una mujer murieron. Otros dos menores fueron heridos gravemente, del total de siete miembros que iban abordo del vehículo.
La audiencia preliminar del caso que se desarrolló en el Complejo Judicial de Managua dejó al descubierto la inconformidad entre las víctimas y la Fiscalía.
Los defensores de los policías solicitaron como medida cauteral la restricción de movilización en el departamento de Managua, y que se les asigne custodia.
Una vez admitidas las responsabilidades de parte de los acusados, la juez advirtió a los policías acusados que al admitir los hechos renuncian a una segunda audiencia y a presentar pruebas en juicio.
La juez Ampié hará lectura de condena el 29 de julio, a las 2 p.m.
“FUE ASESINATO”
A las 10:24 de la mañana de este 23 de julio llegaron a la sala de audiencia Yelka Ramírez y Miriam Delgadillo, familiares de las víctimas de la masacre ocurrida en Las Jagüitas, comarca de Managua. Posteriormente dio inicio, con hora y media de retraso, la audiencia premilinar del caso en el que están siendo acusado nueve miembros de la Policía Nacional.
De los nueve acusados solo a cuatro se les imputó el delito de homicidio y lesiones imprudentes. Estos son el capitán Zacarías Salgado, quien estaba a cargo del operativo antidrogas; Óscar José Vargas, Javier Saldaña y José Alejandro Fonseca.
A los suboficiales Augusto César Medrano, Harrison Osmar Ramírez, Osman Ricardo García Hueck, Ernesto Alexander Urbina López y Miguel Ángel Ramos Cortés se les acusa por los delitos de exposición de personas al peligro y daños.
“Se supone que la Policía está para cuidarnos, no para matarnos”, dijo Ilka Ramírez, hermana y tía de las víctimas. “Pedimos justicia”, reclamó tras la acusación de la Fiscalía.
“Lo ocurrido el 11 de julio en Las Jagüitas no es un homicidio imprudente, es asesinato”, agregó Ilka Ramírez en la audiencia.
PIDEN A JUEZ SE DECLARE INCOMPETENTE
Los abogados particulares Sobeyda Manzanares y Carlos Alberto Alemán, pidieron a la juez Cuarto Local Penal, Alia Dominga Ampié, que se declare incompetente por considerar que no hubo homicidio imprudente, sino homicidio doloso. No obstante, la judicial admitió la acusación.
La familia de las víctimas no está de acuerdo con la acusación presentada por la Fiscalía. Para ellos, lo que ocurrió fue “asesinato atroz”.
La abogada que representa a la familia Reyes Ramírez añadió que fueron 48 disparos los realizados por los policías y que la Fiscalía olvidó decirlo, por lo que no es homicidio imprudente. La Fiscalía “está adecuando terminología” en la acusación, añadió Manzanares.
Mientras, el abogado Carlos Alemán relató ante la juez que las víctimas están inconformes con la actuación de la Policía y el Ministerio Público.
Alemán también dijo a la juez que los menores pudieron haber vivido si los policías no los hubieran dejado desangrarse.
El recinto donde se celebró la audiencia estuvo bajo fuerte resguardo policial. En su mayoría son capitanes quienes brindan seguridad a los acusados.
A la audiencia asistieron el jefe de Auxilio Judicial, comisionado general Juan Ramón Gámez, y el inspector general de la Fiscalía, y excapitán policial, Douglas Vargas.
Los familiares de los policías afirmaron que no habían visto a los acusados desde que los detuvieron la misma noche en que ocurrió el ataque a los civiles.
Aunque la Fiscalía reconoce en su acusación que los policías que dispararon contra el carro blanco de la familia Reyes Ramírez nunca estuvieron expuestos a riesgo, y afirmó que estos no siguieron el protocolo de actuación y fueron negligentes, por lo que mantienen la tipicidad de homicidio y lesiones imprudentes, exposición de personas al peligro y daños, y solicitó prisión como medida preventiva.