Yelka Ramírez asegura que no se presentará en los Juzgados de Managua este miércoles a escuchar la lectura de la condena que impondrá la jueza Alia Dominga Ampié, a nueve policías implicados en la masacre del pasado 11 de julio en Las Jagüitas.
“Qué voy a ir a hacer a esa payasada si dejaron libres a esos malditos”, dice Yelka Ramírez, sobreviviente del ataque policial en el que murieron dos de sus hijos y su hermana.
“Ya se sabe que van a pedir un año o dos años para esos malditos asesinos. Es una payasada. La Fiscalía está con ellos. No eran perros los que mataron”, repite Yelka Ramírez una y otra vez. Pasa de la furia al llanto. Contiene el llanto para seguir con su reclamo de justicia.
“No voy a ir. No voy a ir. Que sigan de ridículas y de estúpidas. Esas dos payasas de la Fiscalía, la jueza y los policías (…). Se rieron de mí”, reclama.
DESCONFÍA DE TODOS
Ramírez sostiene que en la audiencia preliminar del 22 de julio ella observó cómo los acusados se pasaban papeles, luego reconocían su culpabilidad y pedían disculpas. Eso los libró de una segunda audiencia y de la presentación de pruebas en un juicio. Al final solo a cuatro de los nueve acusados fueron declarados culpables de homicidio y lesiones imprudentes.
“No fue nada imprudente, fue un asesinato. Si no hubieran querido matarlos ni lesionarnos ni arrastrarme después, ellos hubieran disparado a las llantas. Ahora no hayan qué decir. Que nosotros chocamos contra ellos, dicen. ¿Cómo dio orden ese desgraciado maldito, si nosotros los chocamos?”, expone Ramírez.
No confían en el proceso y por eso no asistirán a los juzgados este miércoles 29 de julio. A las 2:00 de la tarde la jueza Ampié leerá la condena para cuatro acusados, de los 14 policías implicados según la primera lista de la Fiscalía.
Ella pide treinta años de pena para todos. La Fiscalía pidió 11 años como pena máxima para los cuatro acusados de homicidio, y hasta dos para los que enfrentan cargos de exposición de personas al peligro.
“Desde el comienzo esas malditas primero se fueron a pedir declaraciones de los policías, dos días después me pidieron a mí la declaración. ¿Usted cree que eso es bueno, usted cree que hay algo claro ahí (…). Pasar papelitos y pedir disculpas. Es lo peor del descaro”, reclama Ramírez.
PELIGRA SALUD DE BEBÉ
Yelka vio morir a dos de sus hijos y a su hermana. Su esposo y su hijo mayor resultaron heridos. Su sobrina de cinco años sigue hospitalizada, en estado grave por las heridas. Ella, con ocho meses y medio de embarazo, siente dolores y teme que su parto se adelante.
El especialista en gineco- obstetricia, Armando Herrera, señala dos tipos de lesiones en Yelka: físicas y psicológicas.
“Pudieron ir desde el desprendimiento o microdesprendimiento de la placenta, una disminución del flujo sanguíneo hacia el bebé, lo que puede ocasionar retardo del crecimiento intrauterino del niño”, explica el doctor.
En el peor de los casos, señala el especialista, el niño puede tener lesiones cerebrales, y presentar convulsiones permanentes. El trauma también puede provocar amenaza de parto prematuro, una ruptura de membrana o infecciones en la madre o el bebé.
“En la madre este tipo de estrés le genera hipertensión, exacerbación o irritación y complicaciones en el parto. Ella puede quedar con síntomas depresivos de carácter crónico y depresión post parto”, advirtió el doctor Herrera.
Yelka no recibió ninguno de los 48 proyectiles disparados por los policías, pero recibió una golpiza de los agentes cuando bajó del vehículo a pedir ayuda para su familia que se desangraba en el vehículo. Recuerda como los oficiales tiraron y patearon los cuerpos de sus niños.
Contiene el llanto, cuenta su historia y exige justicia. No ha tenido tiempo, y no ha querido, para buscar atención médica o psicológica. Pero no se siente bien. Sufre mareos, se desvanece, los dolores y los flujos vaginales son cada vez más fuertes.
“Yo deseo que todo salga bien. Tener a mí bebé, pero no en un hospital público. Tengo miedo que me den algo para matarme”, comenta Yelka Ramírez.
Plantón en solidaridad
Vestidos de blanco, con flores blancas y pancartas, este miércoles ciudadanos se reunirán a partir de las 9:00 a.m. frente a los Juzgados de Managua para respaldar la petición de justicia de Yelka Ramírez.
Un grupo de madres realizó una convocatoria abierta a través de un evento en Facebook. “Es en solidaridad como madres y padres de familia, un platón de ciudadanos indignados. Nos unimos a Yelka que perdió dos hijos y una hermana”, explica Mónica Arróliga, una de las madres organizadoras.
Yelka Ramírez desconocía la iniciativa y agradece el gesto. A pesar del anunció que no irá a los juzgados, pidió “que ellas hagan su plantón, para que miren las autoridades que la gente se indigna y sale a las calles. Que vea la Fiscalía degenerada, sinvergüenza, de que hay gente que sabe lo que están haciendo. Que vea la policía sinvergüenza, degenerada, que la gente quiere justicia”, dijo Ramírez.
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