El Banco Central de Nicaragua lleva dos meses sin actualizar el balance del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
El calendario de divulgación anticipada del Banco —disponible en su portal web— indica que el pasado 22 de julio debían publicar las cifras correspondientes a mayo, pero los últimos datos disponibles son de marzo, que fueron dados a conocer en mayo pasado.
El economista Adolfo Acevedo, quien ha dado constante seguimiento a las finanzas del INSS, expresó por vía electrónica que este atraso “podría significar, quizás, que los cientos de miles de afiliados activos y los decenas de miles de pensionados, deben comenzar a preocuparse seriamente por el estado de las finanzas de esta institución pública de seguridad social”.
El cese de la actualización de esta información pública se da en un contexto de tambaleo de las finanzas del Seguro, que en marzo mostraba un déficit de efectivo de 17.7 millones de córdobas, a pesar del incremento en sus ingresos, producto de una mayor afiliación y mayores aportes de la patronal.
Después de las reformas paramétricas de diciembre de 2013 —vigentes desde enero de 2014— las proyecciones oficiales indicaban que el Instituto empezaría a acumular superávits en sus reservas hasta 2030, y que las reservas se agotarían hasta 2036. “Es decir, se proyectaba que las reformas prolongarían hasta 2036 el período de solvencia del INSS”.
En 2014 el déficit del INSS fue de 886.9 millones de córdobas, 4.6 veces superior al de 2013, cuando fueron 192.1 millones, según los datos publicados por el Banco Central. Y al menos hasta marzo —el último dato disponible— todo hacía indicar que en 2015 el déficit se profundizaría.
“Dada la práctica de dejar de publicar las cifras cuando estas muestran resultados adversos, como ocurrió con las estadísticas de matrícula escolar y otros indicadores educativos, y con la Encuesta Continua de Hogares para la medición del Empleo, uno tiene el derecho a imaginarse que ello significa que existen muy malas noticias en lo que se refiere a la situación financiera del INSS”, señala Acevedo.
SECTOR PRIVADO OPTIMISTA
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, aseguró desconocer la desactualización de las cifras y que indagaría al respecto. No obstante, considera que “este año ya va a estar en una mejor situación a pesar del costo de las pensiones reducidas”.
Sostuvo que esto sería “gracias al aporte del sector privado, que ya significa dos puntos porcentuales de incremento en el aporte patronal en 2014 y 2015”. A esto se suma “el aporte adicional de los niveles gerenciales”, con la modificación del salario máximo cotizable.
Estos cambios, a criterio de Aguerri, han hecho que los ingresos del INSS aumenten, mejorando su balance financiero.
Los grandes cambios de la reforma
En la reforma paramétrica vigente desde 2014 destacan cinco cambios:
1. Se modificó el método de ajuste de las pensiones mínimas, antes se hacía según el ritmo de crecimiento del salario mínimo, y ahora conforme al salario promedio nacional, que crece a mucha menor velocidad.
2. Se ajustó la fórmula de las nuevas pensiones, de modo que los trabajadores tuvieran que cotizar por más tiempo para lograr una mejor pensión.
3. Se aumenta en tres puntos porcentuales la contribución de los empleadores, pasando de 16 a 19 por ciento, en 2014 se aumentó un punto porcentual y en 2017 llegará a 19 por ciento.
4. Se aumentó el salario máximo cotizable de 37,518 a 54,964 córdobas en 2014 y se irá ajustando hasta alcanzar en 2017 los 79,832 córdobas.
5. El Estado pagará la deuda por 500 millones de dólares que tiene con el INSS, en cuotas anuales de 250 millones de córdobas (unos nueve millones de dólares).
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