Organismos internacionales llamaron a los gobiernos de Centroamérica a desarrollar estrategias para mitigar los efectos que provocará la sequía en la producción de granos básicos del subciclo de primera en las comunidades del Corredor Seco del istmo. La petición surge a partir de las proyecciones de pérdidas emitidas por algunos países.
Sin embargo, Nicaragua es el único país de la región que no ha divulgado sus perspectivas para este ciclo.
En Nicaragua los productores esperan, más que daños, una merma en la producción generada por la reducción de las áreas de siembra. Algo similar a lo ocurrido el año pasado.
PRIORIZAR RECURSOS
“Es indispensable que los países y la comunidad internacional prioricen recursos para hacer frente a las consecuencias que la irregularidad y la insuficiencia de precipitaciones generan en los países centroamericanos”, dijo en Panamá Ignacio Rivera, coordinador de la oficina subregional para Mesoamérica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
En sus declaraciones a la agencia Acan-Efe, Rivera explicó que la falta de lluvia “está provocando un deterioro continuo de las condiciones de vida del millón de familias que viven en esa zona y que se dedican principalmente a la agricultura de subsistencia”.
Estas advertencias se hacen a partir de las proyecciones sobre las pérdidas de las cosechas que han divulgado las autoridades agropecuarias de Guatemala, El Salvador y Honduras.
LA FALTA DE LLUVIA
Según el presidente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG), Álvaro Fiallos, más que daño lo que no hubo en las comunidades del Corredor Seco fue siembra por la falta de lluvia. Tradicionalmente la siembra durante el subciclo de primera ha sido de alto riesgo, por lo que en muchas comunidades han optado por sembrar únicamente en postrera.
“En Las Segovias vamos a tener producción de maíz para semilla y autoconsumo. Saldrá de las partes altas y algunas partes bajas que en otras épocas se inundaban y ahora que hay menos lluvias algunos productores se atrevieron asembrar”, dijo Justo Pastor Mendoza, presidente de la UNAG en Estelí.
IMPACTO EN METAS
Esta reducción de las áreas de siembra junto a la pérdida de las cosechas generará un impacto en las metas de producción ya que “el Corredor Seco es una franja que comprende comunidades de Nueva Segovia, Jinotega, Matagalpa, Boaco, parte de Chontales y de Rivas”, dijo Fiallos.
Además, la UNAG estima que a diferencia del resto de países de la región donde se reportan daños especialmente entre los productores de subsistencia de granos básicos, en Nicaragua cultivos de gran escala como la caña, el maní y el sorgo, que se siembran en postrera, podrían sufrir estragos por el déficit de lluvia en el occidente del país.
Para la FAO los “niveles de pobreza y desnutrición de la población, junto con las amenazas climáticas recurrentes, hacen que el Corredor Seco sea una de las áreas del mundo con mayor riesgo de inseguridad alimentaria”.
Fiallos no se atreve a hacer pronósticos para la siembra de postrera ya que los organismos especializados han advertido que las lluvias seguirán escasas y la de apante se sabe que se hace exclusivamente en las zonas húmedas del país.
Espera que el Gobierno desarrolle estrategias para ayudar a los afectados. También confía en que en los próximos días el gabinete de producción divulgue las cifras de producción para ajustar las metas, ya que actualmente lo hacen únicamente con base en las cifras históricas.
Mendoza en cambio confía en que los chubascos de los últimos días regularicen el período lluvioso para que en las próximas cuatro semanas se concrete la siembra de postrera.
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