Génesis Hernández Núñez
Para Leonardo Mayorga, representante de la Asociación para las Energías Renovables y el Ambiente, conocida como Renovables, la central hidroeléctrica Tumarín representará un aumento de competitividad en el país y obligará a cambiar la dinámica de despacho de energía, convirtiéndose en “la base” del despacho energético de Nicaragua.
“El proyecto Tumarín, por ser el primero de ese tamaño, obviamente tiene muchas interrogantes acerca de su impacto, tanto para la matriz energética como para el desarrollo económico de Nicaragua porque vamos a tener disponibilidad de energía hidroeléctrica y no vamos a depender tanto del petróleo, que además lo importamos y gastamos en equipos sus costos operativos”, dijo.
Mayorga afirmó que el efecto no solo es desplazar generación de energía térmica, sino que cuando Tumarín se instale y empiece a generar sus 253 megavatios, “se tendrá que estudiar la posibilidad de atraer más inversión que use esa energía de la que vamos a disponer para fines productivos y ese es un efecto que no se menciona en el muy corto plazo, pero aumenta la competitividad del país para poder desarrollar su estructura productiva”.
CAMBIO EN EL DESPACHO
Con respecto a otros proyectos de energía renovable, Mayorga opina que cuando Tumarín entre en funciones “va a cambiar la dinámica de cómo se despacha la energía en Nicaragua. Tumarín va a ser la base, va a ser el primero en ser despachado y luego van a entrar las otras centrales hidroeléctricas que existen, las eólicas, las de biomasa y finalmente, las térmicas que todavía tengamos”.
El despacho de energía es el orden de prioridad con el que las plantas van entrando al sistema de generación de Nicaragua, para que transfieran energía al sistema.
ENERGÍA EN INVIERNO Y VERANO
Al funcionar a base de agua, las plantas hidroeléctricas tienen su punto más alto de generación en invierno y Mayorga explica que “Tumarín va a ser igual, va a seguir el ritmo de las lluvias y del caudal del río y no van a tener un embalse tan grande que les permita acumular tanta agua como para generar en el verano, lo que van a hacer es aprovechar el embalse para generar una pequeña cantidad de energía en el verano”.
El especialista aclaró que, desde ese punto de vista habrá complementariedad porque “en esta época de verano entra a generar la biomasa producida por los ingenios azucareros y en diciembre las eólicas también tienen mayor generación por el régimen de vientos, o sea cuando las hidroeléctricas no pueden generar, las otras sí pueden”.
No obstante, cuando Tumarín ya genere energía “se debe estar pendiente de fenómenos como El Niño, La Niña, huracanes, que afectan a las hidroeléctricas”.
Según el contrato firmado el 21 de marzo de este año por inversionistas brasileños y el Gobierno, “en 3 o 4 meses” iniciará la construcción de Tumarín, para estar lista a finales de 2018 y entrar en operaciones en el año 2019.
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