Desde ayer 4 de marzo hasta el día de hoy se ha llevado a cabo en todo el mundo la tercera edición del evento “24 horas para el Señor”, que impulsa la Iglesia católica
Esta jornada de oración y confesión es una iniciativa del papa Francisco, organizada por el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización.
Se realiza durante el cuarto viernes y sábado de Cuaresma y es una invitación a todos los católicos no practicantes y alejados de la Iglesia para “volver a casa”.
Este año bajo el lema del Año Jubilar “Misericordiosos como el Padre”, numerosas iglesias de todo el mundo estarán abiertas para todos los fieles que deseen confesarse.
Es una oportunidad para que aquellos hermanos alejados e indiferentes a la Iglesia vuelvan.
El papa Francisco recuerda constantemente que la confesión es importante porque está en el centro del camino de la Nueva Evangelización en toda la Iglesia. El santo padre también exhorta a orar y salir al encuentro de los que están en las periferias existenciales.
Este objetivo coincide con el propósito del Jubileo de la Misericordia y del cual el papa Francisco pide que “sea una experiencia viva de la cercanía del Padre, como si se quisiese tocar con la mano su ternura, para que se fortalezca la fe de cada creyente y así, el testimonio sea cada vez más eficaz”.
LITURGIA PENITENCIAL
Como parte de las actividades “24 horas con el Señor”, en el Vaticano habrá una liturgia penitencial que será presidida por el papa Francisco, en la Basílica de San Pedro y se ha preparado una adoración eucarística.
El papa Francisco ha llamado a la conversión y la unidad de la familia.